Overlord (1975)

Este película es una perla, pero es tan pequeña, tan sutil y tan humilde, que nada tiene de extraño que se halle sepultada en la historia del cine bajo toneladas de morralla famosa, y que, si hoy día alguien la ha visto por casualidad y se pone a opinar sobre ella, la despache con una mala razón.
El cine bélico siempre tiende a lo grandioso y a lo aparatoso. Acostumbrados a las grandes producciones, un film sobre el desembarco de Normandía hecho principalmente a base de imágenes documentales, que además se limitan a las acciones previas, que no entran de lleno en lo que fue la terrible batalla, y un film que sólo cuenta, con delicadeza y laconismo, la historia de un recluta que viaje a su cuartel para prepararse y recibir la instrucción ante el desembarco, que se enamora de una joven pocos días antes del día D..., es algo que sólo sabrán apreciar los que entienden el cine como un ejercicio o un arte para la sensibilidad y no como ruido y furia.

La película intenta transmitir al espectador la crueldad de la guerra con el máximo realismo posible, y lo intenta entremezclando imágenes de archivo con tomas propias de la película, y para mi gusto el resultado no termina de cuajar casi en ningún momento. Se nota la voluntad del director de transmitir sensaciones bélicas lo más realistas posibles por ejemplo con numerosas tomas reales de aviones que acechan desde el cielo con sus enormes cargas destructivas, algo que por cierto debe de ser aterrador para el que los observe desde el suelo, y parece que esto el director lo sabe y lo quiere transmitir repetidamente, pero salvo en unas pocas secuencias de escasos minutos, estas sensaciones acaban desvaneciéndose para dar paso a la parte ficticia mucho más tranquila donde se pierde casi toda la tensión, y así pasa en toda la película, por lo que no se consigue en mi opinión el efecto que se pretende de una manera sostenida.
En fin, no me ha gustado.