Crímenes de pensamiento (2003)

Freya McAllister es una adolescente normal, preparándose para el baile de graduación de su instituto. Pero las cosas cambiarán ya que sufre repentinamente un desorden mental, del cual los médicos son incapaces de tratarla. Así pasará algún tiempo en una institución hasta que es sacada por un extraño doctor que parece conocer perfectamente su dolencia.
Estamos frente a una película poco conocida, que por la forma en la que se desarrollan las cosas no dejas de tener la sensación de que iba encaminada a convertirse en una serie. En realidad da mucho más la impresión de ser un capítulo piloto, que una película en sí misma.
El guión es en sus inicios un drama bastante convencional, simplemente nos cuenta la historia de Freya, de como le ataca su mal, como lo encara. Nos da a entender lo desahuciada que está, y cuan perdidos se hallan los médicos que la tratan Te das cuenta, por el meticuloso tratamiento a la situación inicial de Freya que dura más de media hora, que les era más importante cimentar perfectamente el personaje antes de desarrollar el resto de la trama. Esta es otra pista que nos hace pensar en el asunto del capítulo piloto. Y que aunque convierte a la cinta en algo lenta, mientras esperas que llegue la acción prometida, no nos terminará por aburrir debido a lo peculiar de las circunstancias en las que se encuentra la protagonista. Además conseguirá que la segunda parte de la película tenga un más que correcto ritmo, una cantidad consistente de acción y una trama elaborada.
Tanto los guionistas, como el director de esta entretenida película, repitieron dos años después con muchas más ambiciones, mayor presupuesto y claro está, más éxito, con la conocida Sahara.
Navi Rawat, interpreta a Freya McAllister. Es una oportunidad que no sabe aprovechar del todo la actriz, pues sobreactua demasiado en la parte dramática. Algo que pasa desapercibido en la parte con más acción, pero que muestra sus carencias. Peter Horton es el médico que rescata a nuestra protagonista del hospital, su actuación es solo correcta. Lo tienes hasta en la sopa en la primera parte, pero luego está desaparecido en la segunda. Lo contrario que Joe Flanigan que interpreta a Brendan Dean. Conocido por su papel en Stargate Atlantis, dejará asomar su faceta divertida, aunque de forma contenida, cuando lo que esperas es que sea serio, haciendo de él el personaje más interesante de todos. La química entre Navi Rawat y Joe Flanigan es perfecta y eso sí que es bueno para la película.
Si la ves sin pretensiones, teniendo en cuanta el lento inicio, te encontrarás una cinta por encima de la media. Sin destacar, pero suficiente para hacerte pasar un buen rato.

Una película para el mercado vídeo y televisivo, el típico caso de un film que aspira a cotas modestas por su presupuesto, pero que encierra calidad sobre todo en la acción, dirección y guión.

Antes de empezar, decir que esta película es, en realidad, el episodio piloto de una serie de televisión que iban a realizar, pero que por diferentes motivos no se llegó a realizar, por eso puede que ciertas relaciones entre los personajes queden un poco verdes o inconclusos, pues se pensaba en continuar con la trama, de hecho, el final de la película invita a continuar la historia.

La película, en verdad, consta de dos partes, dándonos una grata sorpresa por los giros exagerados que sufre la vida de Freya (Navi Rawat), en la primera parte, vemos a una chica americana normal de instituto que de repente desarrolla telepatía, esto le arruinará la vida, muy parecido al principio de la novela "Muero por dentro" de Silverberg. Luego será rescatada e instruida en el uso de sus poderes por Dr. Michael Welles (Peter Horton). Su acto, aunque aprecia a Freya como persona y no sólo como instrumento debido a su telepatía, no es altruista, Welles trabaja para la ASN, en realidad prepara a Freya para un trabajo que viene como anillo al dedo a un telépata, el espionaje, aquí empezará la película para muchos.

La acción es táctica, de espías, donde la protagonista resuelve la situación y consigue salir airosa junto con sus compañeros gracias a su telepatía, que sólo puede leer mentes, no puede manipularlas ni controlarlas como otros telépatas más sofisticados en el mundo de la ficción; luego el verdadero arma de Freya es la información, la información que puede sacar de las mentes de todos los que la rodean, exigiendo un guión original y compensado.

La dirección es notable, incluso con su presupuesto, la interpretación es correcta para las cotas de la película, destaco a Horton. La música de Tyler no desentona y sabe acompañar perfectamente cada una de las diferentes situaciones de la vida que ha tenido que enfrentar nuestra joven telépata que nos deja con ganas de más.

Creo que, con el paso del tiempo, este trabajo llegará a ser película de culto para todos aquellos aficionados a los telépatas y a los poderes psíquicos.