- Sinopsis
- Iris, una joven dulce y entusiasta que quiere ser fotógrafa, ve cómo su mundo se desvanece al estallar una guerra. Sobrevive al desastre con el apoyo incondicional de su fiel amiga Magdalena. Su gran amor, Óscar, desaparecerá en la contienda, dejándola sola. Nunca sabrá quién es el padre de su hija Ágata, fruto de la insensatez del conflicto. Iris es una película dedicada a las víctimas vivas de todas las guerras. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2004 / España
- Título original:
- Iris
- Duración
- 99 min.
- Guion
- Música
Premios
2004: Festival de Málaga: Nominada a la Biznaga de Oro
"Tiene detalles que nos hacen desolidarizarnos con sus personajes por lejanos, mal construidos: en suma, por incomprensibles."
M. Torreiro
[Diario El País]
Pajarillo
22 de agosto de 2005
Obra dirigida por Rosa Vergés, con fotografía de Mario Montero, música de Mauricio Villavecchia y guión de Jordi Barrachina y Rosa Vergés. Los exteriores son de Barcelona, Blanes y Mataró.
La narración se centra en la descripción de los estragos emocionales, psíquicos y morales, que la guerra produce en una muchacha normal, sencilla, sensible, trabajadora, pacífica y tenaz. La muerte violenta de la madre, un embarazo no deseado, la desaparición de su pareja (Oscar), la prisión y otros hechos sirven para llevar al ánimo del espectador el dolor y el desagarro interior de una persona golpeada desde lejos, pero en carne propia, por una guerra incomprensible y atroz. El drama de la guerra se superpone al drama personal que vive la protagonista (Iris) a causa de un amor equivocado, violento y desconsiderado, que la hace huir en busca del amor que necesita y afortunadamente encuentra. La acción se desarrolla con parsimonia, lentitud, atención a los detalles y afición por los objetos que en la obra tienen un cierto valor simbólico (el colgante, la flor del cactus, la rosa, etc.).
La fotografía sigue el ritmo de la acción, con movimientos de cámara suaves y precisos. Abundan las secuencias casi monocromas, en las que predomina un color: el crema en el interior de la vivienda de Iris, el blanco en las dependencias del hospital, el verde en el jardín de Papicactus, el rojo en otras ocasiones. La música aporta dos canciones originales, "Pintando el mar" y "La vendimia", que sugieren sentimientos de amor, añoranza, soledad y esperanza. La música de acompañamiento incorpora fragmentos de guitarra con clarinete y solos de guitarra, clarinete y acordeón, que acentúan el ritmo pausado de la acción y la profundidad del dolor de la protagonista. Las interpretaciones de Silke (Iris) y Ana Torrent (Magdalena) son acertadas y convincentes. No se entiende bien que en las escenas finales (situadas unos cuarenta años más tarde) Silke sea sustituída por Mariana Cordero y Ginés García Millán por Fermí Reixach.
La obra en su conjunto se presenta equilibrada y bien centrada en el objetivo dramático que persigue, si bien se echa en falta una mayor fuerza de conmoción, emoción y convicción, posiblemente a causa de un final erróneamente planteado.
La narración se centra en la descripción de los estragos emocionales, psíquicos y morales, que la guerra produce en una muchacha normal, sencilla, sensible, trabajadora, pacífica y tenaz. La muerte violenta de la madre, un embarazo no deseado, la desaparición de su pareja (Oscar), la prisión y otros hechos sirven para llevar al ánimo del espectador el dolor y el desagarro interior de una persona golpeada desde lejos, pero en carne propia, por una guerra incomprensible y atroz. El drama de la guerra se superpone al drama personal que vive la protagonista (Iris) a causa de un amor equivocado, violento y desconsiderado, que la hace huir en busca del amor que necesita y afortunadamente encuentra. La acción se desarrolla con parsimonia, lentitud, atención a los detalles y afición por los objetos que en la obra tienen un cierto valor simbólico (el colgante, la flor del cactus, la rosa, etc.).
La fotografía sigue el ritmo de la acción, con movimientos de cámara suaves y precisos. Abundan las secuencias casi monocromas, en las que predomina un color: el crema en el interior de la vivienda de Iris, el blanco en las dependencias del hospital, el verde en el jardín de Papicactus, el rojo en otras ocasiones. La música aporta dos canciones originales, "Pintando el mar" y "La vendimia", que sugieren sentimientos de amor, añoranza, soledad y esperanza. La música de acompañamiento incorpora fragmentos de guitarra con clarinete y solos de guitarra, clarinete y acordeón, que acentúan el ritmo pausado de la acción y la profundidad del dolor de la protagonista. Las interpretaciones de Silke (Iris) y Ana Torrent (Magdalena) son acertadas y convincentes. No se entiende bien que en las escenas finales (situadas unos cuarenta años más tarde) Silke sea sustituída por Mariana Cordero y Ginés García Millán por Fermí Reixach.
La obra en su conjunto se presenta equilibrada y bien centrada en el objetivo dramático que persigue, si bien se echa en falta una mayor fuerza de conmoción, emoción y convicción, posiblemente a causa de un final erróneamente planteado.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insípida
6 de noviembre de 2010
Película que se salva por su fotografía, con bastantes planos con una bella composición y color. Pero realmente, la historia en si falla. El paso del tiempo se salta sin sentido alguno y la historia y los diálogos a veces resultan muy irreales. La idea en general es buena pero muy mal conseguida. El comienzo de la película es muy acelerado y también el comienzo de las relaciones amorosas y de amistad, tanto que queda mal.
Además el doblaje (yo la vi medio en catalán medio en castellano) es pésimo.
Además el doblaje (yo la vi medio en catalán medio en castellano) es pésimo.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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