arrow

Retratos de familia (2013)

Retratos de familia
99 min.
6,6
705
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Tráiler (V.O. con subtítulos en ESPAÑOL)
Ver 2 más
Sinopsis
Singapur, 1997: Los Lim son una familia acomodada de tres miembros – marido, mujer e hijo – que recibe a Teresa (Angeli Bayani), una mujer filipina que ha venido a la metrópolis a servir, al igual que muchas otras compartriotas suyas en busca de una vida mejor. Toda la familia tiene que adaptarse a la presencia de esta extranjera, que altera aún más su relación ya tensa. Sin embargo, Teresa y Jiale (Koh Jia Ler), el problemático chico al que cuida, pronto forman un vínculo fuerte y afectuoso, que se va desarrollando, dándole al chico una sensación de pertenencia en una familia que se desintegra poco a poco, mismo vínculo que se verá amenazado por la irrupción de elementos externos – una crisis financiera – e internos en la dinámica familiar que los cambiarán para siempre. Inspirada en hechos de la infancia de su director. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Años 90 Inmigración Basado en hechos reales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Singapur Singapur
Título original:
Ilo Ilo
Duración
99 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2013: Festival Cannes: Cámara de Oro (mejor ópera prima)
2013: Festival de Gijón: Sección oficial largometrajes a competición
7
Autopsia de una familia: cuando todo parece perdido y sin embargo…
Singapur, años noventa… Asistimos al pormenorizado retrato detallado de una familia de apenas tres miembros y en espera del cuarto. Es una época de inminente crisis que quizás nos resulte ajena o desconocida, pero en la que con facilidad nos vemos reflejados. Asistimos a despidos en cadena, sin contemplaciones ni medida y que afectan a todos, incluso a la clase media que se creía inmune a los avatares financieros por su educación, formación y aptitudes. Nadie está a salvo y nada es seguro, sólo triunfan la incertidumbre y la contrariedad.

Antes de la avalancha fatal, esta familia paradigmática – con su distanciamiento conyugal, con un hijo díscolo y desconsiderado, con su necesidad de aparentar ante familiares, con su necedad de creerse salvaguardados – contrata a una mucama filipina para que ayude a la madre en sus tareas domésticas. Una discreta y tímida figurita sometida a la desconsideración de la madre, al escarnio del hijo, a la indiferencia del padre… y, sin embargo, ella consigue con su paciente labor de hormiga hacendosa remendar las fisuras del andamiaje, corregir con perseverancia estoica los desplantes del hijo – mientas añora, impotente, desde la distancia al hijo de doce meses que ha dejado atrás a cargo de su hermana.

Hay mucho amor y comprensión hacia todos sus personajes por parte del director y guionista. Su atenta mirada captura los mínimos gestos que nos hacen comprender que tras la placidez hay un volcán insepulto de emociones, que tras la cotidianeidad está el secreto de toda existencia, que todos tenemos nuestras razones, nuestros miedos, nuestras inseguridades y nuestros desfallecimientos, pero que basta con dejar un hueco a la posibilidad de enmienda para que algo mejore, para que todos nos demos la oportunidad de redimirnos. Su cálida observación del microcosmos familiar – que no juzga sino que expone, que no condena sino que acerca, que no anatemiza sino que penetra – convierte una anécdota mínima en un documento valioso y perdurable.

La modestia y sensibilidad de esta cinta juegan a su favor. Vive para y por los pequeños quehaceres cotidianos, ninguna alharaca, nada de brillo ni joyas, un coche desvencijado a punto de ser desguazado, unas inversiones ruinosas, un piso gris y agobiante donde no caben las pretensiones de grandeza de la máter familia ni las mentiras del páter familia, ni el descaro ramplón y picajoso del hijo. Sólo la menuda asistenta filipina parece encontrar cobijo, con su estampita del sagrado corazón de Jesús y su humilde necesidad de trabajar por dinero. Y ella lo ilumina todo.
[Leer más +]
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La niñera
La primera pelicula de Anthony Chen (ganadora de la Cámara de Oro en Cannes) crea varios estados a lo largo de su visionado. Lo que empieza como una versión asiática de "Este chico es un demonio" (Dennis Dugan, 1990) o cualquier película que se arreglaría dándole un par de hostias a los niños tocapelotas de marras, termina por ser algo mucho más centrado, sin llegar nunca a alcanzar cotas de excelencia pero consiguiendo no obstante la sonrisa cómplice cuando así lo requiere. La historia de una filipina que entra a trabajar como sirvienta en el seno de una familia de clase media-alta en Singapur es contada sin afectación, huyendo de los tics del cine social que estamos (sobre todo en festivales) cansados de ver. La figura del niño como excusa de la introducción del personaje principal funciona desde el primer minuto, y mucho de eso lo tiene gracias a una sobresaliente dirección de actores: todos, hasta el chaval, están perfectos y levantan la historia de por sí.

"Ilo Ilo" no obstante tiene varias lecturas, o sería más adecuado decir que puede entenderse desde diferentes posiciones. La mía, la que prefiero anteponer al resto, es la de su descripción de esa familia de clase media-alta en la Singapur de los años 90 (¡hasta sale un Tamagotchi!), aparentemente en una situación social en la que el país podría estar pasando por una crisis como la que tenemos ahora en todo el mundo. La madre trabaja redactando cartas de despido, el padre es vendedor. El niño, un malcriado que va a un colegio privado, recibe con mala gana la aparición de esa sirvienta, una filipina (inmigrante, pues) que se dedicará a su cuidado en la ausencia de sus padres. La sirvienta, de objeto, útil o herramienta, pasa a ser una persona. La familia, rota desde el inicio pero viviendo en una conformidad artificial, se resquebraja. La caída de la "burguesía", si podemos considerarles así, en favor de una 'clase social' más baja. Un reemplazo, un cambio de poderes.

Hay una lectura social muy interesante y ojo, todo se hace desde la complicidad, con un tono que podría recordar (con menos sensibilidad, quizá) al último Kore-eda, con aportaciones cómicas (verbales o con juegos de montaje) que tienen mucho de 'trolleos' y no tanto de bromas blancas al uso. "Ilo Ilo" no es una película magnífica pero tiene méritos para justificar su existencia y defender su posición en una cinematografía (la asiática, no voy a arriesgarme a hablar de Singapur...) en la que cada nuevo autor es bienvenido, cuando hace las cosas bien, aunque sea en dosis y no de forma total. Simpática, que ya es algo, y sin los vicios adquiridos de muchos que practican temática similares. Para ser un debut está más que bien. Veremos que más nos depara Anthony Chen en el futuro.
[Leer más +]
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Retratos de familia
Fichas más visitadas