Las viboras cambian de piel (1974)

Uno de los pocos westerns mexicanos vistos que sigue de cerca los parámetros del modelo mediterráneo o europeo.
Atrás quedan los musicales con sus serenatas y corridos o las comedias más o menos ambientadas en el Oeste al sur del río Grande. También los pistoleros con las cartucheras a la altura del ombligo, aquí cuelgan al menos un palmo por debajo de la cintura como las llevan sus vecinos del norte.
Es igual, la cinta es mala de solemnidad. Por lo que se aprecia en el embarullado argumento, dos pistoleros, el uno y el otro, se encuentran casualmente cuando van en busca del malo que ahora manda en cierta población: "¿De dónde vienes? -De un lugar. -¿Adónde se dirige? -A otro lugar". Diálogo pistoleril mirándose a los ojos al estilo leoniano.
Después de una serie de aventuras metidas con calzador en la trama, se encuentran con otro acostumbrado siempre a ir de putas, "¿Tu mama te dejaba? -Era una de ellas".
Tres eran tres, sí. El uno, el otro y el otro, pero nada que ver con "El bueno, el feo y el malo".
Dos venganzas y media. Mucho puñetazo mal pegado y mucho destete sin venir a cuento para nada.
Malo el guion, mala la realización y malas las interpretaciones. Cinta sin ritmo ni tensión, lenta y aburrida.
Huir.