Petite maman (2021)

Tras la muerte de su abuela, la pequeña Nelly se traslada con su familia a casa de la fallecida unos días, el tiempo que necesiten sus padres para vaciar la casa. Durante el tiempo que se desarrolla la película, la tristeza está presente, sobre todo en la madre de Nelly, que decide irse y dejar la tarea a su pareja, el padre de Nelly. Es entonces cuando la niña conoce a Marion, de su edad, y físicamente idéntica a ella.

A pesar de que el planteamiento pudiera entrar dentro de la categoría de cine fantástico, el tono realista de la película y la sencillez de la propuesta, permite que el argumento simplemente responda a la fantasía de una niña que ama a su madre, que ve lo triste que está y empatiza con ella a su modo de niña de 8 años: convirtiéndola en su mejor amiga. Se trata de una sencilla fábula que reflexiona sobre las relaciones madre-hija sin caer en excesos. Quizás pueda dar sensación de adolecer de cierta intensidad dramática en la actuación de sus protagonistas, en sus diálogos, o en el uso de la música, por ejemplo. Sin embargo, es probable que una vuelta de tuerca más en su engranaje estropeara la obra haciéndola caer en un tono sensacionalista que conscientemente evita de principio a fin. Al tiempo que evita la lágrima fácil, también de forma consciente se elige una puesta en escena neutra y un vestuario que funciona perfectamente en las dos épocas en que se desarrolla la trama. Reman en la misma dirección su música, ausente en la mayor parte del metraje, su fotografía cálida, en tonos dorados casi siempre, y la dirección de Céline Sciamma, cuyos trazos con la cámara se podría comparar a la buena caligrafía.

Por lo tanto, como conclusión se podría decir que Petite Maman es una película cuya belleza radica en la propuesta de su argumento, y la contención y sencillez con que se lleva a cabo.

Otra película que no acabo de ver tranquilo y sosegado sin removerme de la butaca. La entiendo, la comprendo, la capto, incluso perdono que no sea un tema para llevar al cine. Los minimalismos en el arte creo que han de estar muy justificados. En el caso, no tiene sentido contar un sencillo cuento fantástico a través de una película. Al menos eso creo. ¡Ojala triunfe en las taquillas y obtenga muchos beneficios! Confirmaré que estoy equivocado como casi siempre.
Las dos niñas hacen un papel muy encomiable a pesar de los escasos diálogos con que cuenta la cinta. La banda sonora, casi inexistente, se salva en los minutos de la escena del lago y al final. La fotografía capta de forma excepcional el otoño rural. Los puntos clave o trama para un espectador puede detectarlos claramente, pero no todo el mundo es un espectador medio. Quiero con esto decir que, algunos podemos convivir con los materiales que nos coloca delante Céline Sciamma, pero creo que el gran público no va a poder resistirlo a pesar del apoyo totalitario de los críticos. Cada día les entiendo menos. Al fin y al cabo han de vivir y ganarse su pan y han de ser originales con sus críticas. En este caso la originalidad es la de distanciarse de un público que opina lo contrario que ellos.
Mil disculpas por el atrevimiento de esta crítica que, únicamente, me sirve de escape personal. Lamento si a alguien le molesta. Es posible que sea un "simple espectador" y no llegue siquiera a ser un mero "aficionado al cine".