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Siempre llueve en domingo (1947)

Siempre llueve en domingo
92 min.
6,7
160
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Una mujer casada esconde a su ex amante, que acaba de escapar de la cárcel, en su casa de Londres. Está tan descontenta con su aburrido matrimonio que empieza a sentir que renace su antiguo amor por él. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Crimen Familia Drama psicológico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
It Always Rains on Sunday
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Largo domingo de posguerra
Una de las primeras películas realizadas por Robert Hamer, quien un par de años después dirigiría la comedia “Kind Hearts and Coronets” (“Ocho sentencias de muerte”), su mejor película y por la que es merecidamente recordado. En el presente caso aborda una peculiar mezcla de drama, retrato social y thriller, también bastante insólita en el habitual repertorio genérico de los célebres estudios Ealing, por lo general asociados a la comedia.

El filme nos propone, fundamentalmente, un retrato bastante certero de la realidad de las clases populares del East End londinense en los años de posguerra, la cual es mostrada a través de una serie de pequeñas historias más o menos entrelazadas, ya sea por compartir personajes o acontecimientos. Casi toda la acción transcurre en un lluvioso domingo en el que a las actividades más o menos cotidianas se va a sumar un suceso excepcional, como es la evasión de un preso. Ello afectará especialmente a la familia Sandigate, y más en concreto a Rose, quien antes de casarse con su actual esposo mantuvo relaciones con el fugitivo. En cierto modo esta familia sirve de eje narrativo de la película, pues lo que les acontece a sus distintos miembros sirve para introducir otras historias o preocupaciones, e incluso algunos flashbacks.

Así, en el equilibrio entre el drama social y el thriller pesa más lo primero que lo segundo, y me parece clara la voluntad del realizador y los guionistas (el propio Hamer y otro conocido director de la Ealing, Henry Cornelius) de poner el acento en el retrato de una sociedad confusa, en la que proliferan la insatisfacción, el engaño y la hipocresía, al tiempo que acecha el delito, ya sea mayor o menor. Otra cosa es lo acertado o no de esta construcción un tanto fragmentaria; ciertamente hay historias mejor o peor construidas, y si alguna puede parecernos más bien innecesaria, otra puede parecernos insuficientemente cerrada. Creo que esto es deliberado, pues sirve para enfatizar la desorientación general de la época y clase social aquí representadas, al tiempo que permite al realizador ampliar el foco, y no limitarse a la narración de la huida de un fugitivo.

Aunque la narración se centra en unos pocos espacios, es destacable la autenticidad con que estos son recreados, ya sea el modesto interior de las viviendas, el acertado ambiente callejero del mercadillo dominical o ese mundo de evasión masculina que parecen conformar los pubs. Todos estos ámbitos encuentran su adecuada correspondencia en una variada gama de personajes, todos ellos bien concebidos e interpretados, a pesar de que el papel de muchos de ellos es mínimo. Es una virtud del guión conseguir definirlos eficazmente con tan pocas frases o acciones, haciéndolos creíbles en todo momento.

Tal vez pueda pensarse que el tramo final del filme gira claramente hacia el thriller, y que esa transición sea un tanto brusca, pero ello se compensa por la brillantez formal del mismo, caracterizado por una narración visual sobresaliente, en la que la fotografía de Slocombe (otro clásico) alcanza cotas de verdadera excelencia.

En conclusión, y aun aceptando que la película tiene sus debilidades, debe valorarse su ambición entonces casi pionera por acercarse de forma crítica a unas realidades hasta entonces poco abordadas en el cine británico, y que indudablemente tendrían un largo y fructífero desarrollo posterior.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ahora ya no llueve los domingos
Un soberbio film de 1947 que evoca, al modo de una serie de los grabados de Hogarth, sin su tono crítico y sarcástico, el East End londinense de los años 40 después de la 2ª G.M. No es tanto un film negro ni social sino todo ello en conjunto; una pintura costumbrista de un barrio y una clase social magníficamente descritos con pinceladas maestras.
Sin actores conocidos , con nombres en la producción, diálogos y dirección que fueron luego exponentes del mejor cine inglés en los años cincuenta. El film sería un antecedente del "free cinema" de los Richardson y Reisz , igualmente sin la mirada y la carga crítica de sus films pero con el mismo ánimo descriptivo de una Inglaterra real mas allá de la idealización.
Una realización y puesta en escena extraordinarias con fragmentos como el final en las vías de la estación, antecedente de films como el "Tercer Hombre" de Carol Reed.

No en vano el "ratón" de cinemateca que es Scorsese tenía en su colección particular de carteles que expuso en el Moma deN.Y. el de este film.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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