Lucrèce Borgia (1935)

Me tomaron la palabra, este film es una mentada de madre a la cristiandad, los personajes son llevados al extremo morboso y nada exacto, una Lucrecia Borgia "Promiscua", un padre Papa "Santo", un hermano mayor "Amanerado" y Cesar "Violador".

El descubrimiento ha sido un sarcófago, he recibido más de lo que esperaba, la verdad al director Abel Ganceno no le tembló la mano, no deja nada a media tinta, libertina, irreverente, degradante, crudísima, lasciva, sórdida, con un retrato del El Banquete de las Castañas, una Lucrecia como Dios la trajo al mundo. Me la imagino sensuradisima, rompe todos los cánones que he visto del cine antiguo.

Así que piénsatelo 2 veces antes de verla.

Si alguien a estas alturas no se empana que César se pasó enamorado de su hermana Lucrecia toda la vida es que no se entera de la fiesta.
Esta peli se encuentra en la tangente de la estela de tantas adaptaciones distintas hechas para elogiar la ambición de tan excelsa familia del Renacimiento tan de moda ahora. Con un reparto más bien poco apropiado se recrea la historia desde el punto de vista de su director, tal vez demasiado personal. Para los recursos de entonces la verdad que hay que aprobarla, es necesario darle una oportunidad con un buen guión e interpretaciones.