arrow

Remordimiento (1932)

Remordimiento
77 min.
8,0
1.851
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Paul Renard, un joven francés, vive obsesionado por el recuerdo de Walter Holderlin, un soldado alemán al que mató. Después de leer y firmar la última carta de Walter, va a Alemania para hablar con su familia y pedirle perdón. Sin embargo, cuando la localiza y va a hablar con ellos, algo inesperado sucede. (FILMAFFINITY)
Género
Drama I Guerra Mundial
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Broken Lullaby
Duración
77 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
9
La expiación y el absurdo
El incuestionable genio de Lubitsch en el arte del ingenio ha propiciado que habitualmente no se haya prestado mucha atención a "Remordimiento", su único drama sonoro, considerado por ello su film más atípico. Lo cierto, sin embargo, es que no lo fue en el momento de su realización, ya que se trataba una de sus primeras películas sonoras. Que de ahí en adelante sólo rodara comedias es lo que le ha otorgado, "a posteriori", esta condición.

De todas maneras, siempre he pensado que las obras presuntamente "anómalas" de grandes directores "encasillados" en un determinado tipo de películas suelen resultar altamente interesantes. Es el caso de la magistral "Una historia verdadera", de Lynch, algunas comedias de Bergman ("Una lección de amor", el episodio del ascensor de "Tres mujeres"…), o este "Remordimiento", que, para mi gusto, se encuentra a la misma altura que "Ser o no ser" o "La octava mujer de Barba Azul".

He hablado de drama, aunque la sinopsis del film (la historia de un soldado arrepentido de haber matado a un contrincante, que acude en busca del perdón de los padres de éste, y vive un romance con la que era su prometida) más bien nos hace temer el más desaforado y morboso de los melodramas. Un material de este calibre necesita, pues, una mano que sea especialmente ponderada, sutil, refinada y elegante. Por eso opino que Lubitsch (y quizá Borzage o McCarey en esa época, u Ophüls más adelante) era precisamente el más indicado para esta empresa. Y por eso el resultado, siempre bajo mi punto de vista, casi no puede ser otro que un drama químicamente perfecto. El "toque" Lubitsch, al servicio, ésta vez, de la emoción y la reflexión.

Dos cosas, finalmente, a destacar. Por un lado, la inconmensurable actuación de ese auténtico animal escénico que era Lionel Barrymore. Por otro, constatar cómo la película, sin caer nunca en el panfleto (ahí es dónde reside el merito de los grandes directores) se convierte en uno de los más contundentes alegatos antibelicistas jamás filmados, emparentándose así con títulos clásicos como "La gran ilusión", "Senderos de gloria", "Rey y patria" —éstas dos últimas quizá centradas más en el antimilitarismo—, "Johnny cogió su fusil" o "La delgada línea roja".
[Leer más +]
65 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Alemania, año cero.
Arrancándose con apreciables rastros de toque Lubitsch, la película esboza en sus minutos iniciales algunos planos frenéticos y de nerviosa comicidad que despistan un poco. Despistan, digo, porque tras ver el travelling de sables lamiendo el suelo de la iglesia (otra insinuación lubitschiana), y tras asombrarnos por el vacío que se intuye en ese plano acercándose de lo general (la nave vacía) a lo particular (unas manos entrelazadas en actitud de oración desesperada), es en ese momento cuando el tono del metraje cambia sin tan siquiera llevar 5 minutos de película. Lubitsch se pone el traje de director comprometido y emotivo y nos ofrece un canto rabioso al ser humano, a la comprensión y al sentido común. Y lo hace sin pudor, con un descaro en sus postulados que es muy de agradecer, pero con unas prisas que no lo son tanto.

Aparece entonces una narrativa responsable, ya no frenética pero sí apresurada (veo prisas, como digo), que cambia el acostumbrado juego de planos detalle y el tono cínico y socarrón por una imagen que exprime a los actores más que a los objetos (a Barrymore sobre todo, que es el de más jugo) y por un desarrollo dramático intenso, de despojada sinceridad. Eso encaja mal con el barniz habitual de frivolidad aparente, siempre aparente, de Lubitsch, pero se ajusta particularmente bien al reproche furibundo no ya a la guerra, que es lo de siempre, sino al disparatado acto mecánico e impuesto de matar por matar que denuncia esta cinta. Del absurdo que supone justificar tal cosa amparándose en un supuesto "deber" que nadie nunca debería comprender. Es decir, Lubitsch desciende, ya desde la descripción del conflicto moral del protagonista, a los fangos del tú a tú planteando la guerra no como ese enorme monstruo de bayonetas y metralla, no como ese debate sobre motivos, sinrazones o razones del hecho militar, sino ofreciéndonos la reverberación social y familiar de la guerra en tiempos de paz.

Es así como Lubitsch contrasta el drama personal de los remordimientos, examinando la capacidad de perdón, con ese veneno colectivo latente que habría de alimentarse del Tratado de Versalles y de las convulsiones económicas y políticas que llamaron a la puerta de la Alemania de entreguerras facilitando que en el 33 (la peli es del 32) pasara lo que pasó.

La lástima es que todo esto lo haga Lubitsch en 75 minutos que se me antojan insuficientes para un acabado perfecto. Aún así, incomprensiblemente olvidada película del maestro. A recuperar o, como ha sido mi caso, descubrir.
[Leer más +]
44 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relaciones 1
Más información sobre Remordimiento
Fichas más visitadas