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Sinfonía pastoral (1946)

Sinfonía pastoral
110 min.
7,0
71
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Escena (FRANCÉS)
Sinopsis
Una muchacha ciega y huérfana es adoptada por un pastor. Con el paso del tiempo, el cariño paternal que le ofrece el pastor se convertirá, a los ojos de la joven, en amor, aunque el hombre ya está casado. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Discapacidad Discapacidad visual Drama romántico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
La symphonie pastorale
Duración
110 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1946: Cannes: Gran Premio del Festival (Ex-aequo), mejor actriz (Michèle Morgan)
8
La inocente Gertrude.
Delannoy fue un prolífico montador, guionista, dialoguista, adaptador y, ante todo, director de una treintena de películas, una de ellas su estupenda y celebrada “Sinfonía pastoral”, film inspirado en la novela de título homónimo de André Gide, Premio Nobel de Literatura en el año 1947. En la película se nos relata la historia de un pastor que vive en Neuchâtel, a finales del S. XIX, el pastor, casado, acoge en su casa a una joven ciega (Gertrude), que se queda sin vínculos de ningún tipo, tras la muerte de su tía. Durante muchos años, el pastor hará lo posible para ayudarla a descubrir las riquezas de un mundo visible, vedado a sus sentidos, para ello, empleará de un alfabeto nuevo, que irá adecuando a Gertrude, valiéndose de imágenes sonoras y de metáforas musicales para que se imagine lo que no puede ver, le hará escuchar, al mismo tiempo, la Sinfonía Pastoral de Beethoven, para despertar y enriquecer sus emociones más profundas. Pero en esta labor caritativa, de entrega y asistencia “religiosa” surgirá en pequeño problemilla…

La película de Delannoy atrapa los complejos sentimientos descritos en su novela por Gide. Contrastan la doblez de los diversos personajes (el autoengaño del pastor Jean, que disfraza como noble su comportamiento, no sólo ante los demás, sino también ante sí mismo, las sospechas no manifiestas de Amélie su mujer, los celos de Miette, la novia de su hijo Jacques, la injusticia de Jacques con Miette...) con la inocencia y pureza de Gertrude, que empieza a ser contaminada por los que les rodean, a los que consideraba intachables, sobre todo al pastor. Tiene mucha fuerza la dirección de Delannoy con momentos de genuino suspense en los que se masca la tensión, y situaciones bellísimas, como el instante en que ella sale del hospital con los copos de nieve flotando a su alrededor. El reparto es magnífico, aunque destaca el trabajo de Michèle Morgan, con un papel difícil, que podía dar pie a una composición blandengue o empalagosa.

La película fue premiada con la Palma de Oro en Cannes, festival en el que también fueron galardonados Michele Morgan por el papel de Gertrude y Georges Auric por la banda sonora. Si tenéis ocasión de verla, dadle una oportunidad a esta interesante película, vale la pena.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
“Uno es el que siembra y otro el que cosecha”
La gente del pueblo se prepara para la navidad y ya en las iglesias, y en los hogares, se decoran los árboles naturales como se hacían -porque se podía- en aquellos verdes tiempos. Justo cuando se dispone a esta tarea, el pastor Jean Martens, es llamado para que asista a una pobre mujer moribunda. Cuando llega ya es demasiado tarde, pero, se entera de que la fallecida ha dejado a una pequeña hija invidente que quedará abandonada, así que, el pastor se la lleva consigo dispuesto a velar por ella… y en el hogar, junto a su esposa y sus hijos, le dedica todo el tiempo necesario para conseguir darle la formación que necesita.

Cuando ya la niña se ha transformado en una atractiva mujer -bautizada Gertrude por el propio pastor-, se aplicará aquella frase de, “El Principito”, que dice: “El tiempo que perdiste por tu rosa, hace que tu rosa sea tan importante”, y así comenzará a desenvolverse una complicada historia de amor, donde diversos personajes amarán, pero, ninguno se atreve a expresarlo… y alguno de ellos ni siquiera se atreve a admitirlo, siendo el que más lucha para conservarlo.

“La Symphonie Pastorale”, novela que el escritor, André Gide, publicara en 1919, funciona en varias perspectivas, y una de ellas, siento que apunta a la terrible fragilidad moral de los clérigos, pero, sin emitir juicio alguno y casi viéndolo con compasión, aunque en este caso, al pastor evangélico le está permitido tener esposa e hijos. Con todo, la historia es punzante y cargada de ironía, dados los resultados que, finalmente, produce su comportamiento.

Con un guion escrito por, Jean Aurenche, Pierre Bost y Jean Delannoy, siguiendo la línea general de la novela, pero con algunas variables en los hechos, el propio Delannoy se ocupó de la dirección, logrando mantener el estilo poético-romántico-trágico que palpita en la obra del escritor francés. La ambigüedad de ciertos diálogos, donde lo que se dice no parece concordar con lo que expresan los gestos, y la fragilidad de cada uno de los personajes tras su aparente carácter y valentía, contiene una rica psicología que eficazmente sobrepasa la epidermis. Esto da gran valor a la película como estudio de personajes… y la composición de imágenes, sumada a una emotiva banda sonora, y a unas interpretaciones bastante sentidas, convierten a, <<LA SINFONÍA PASTORAL>>, en una película de alta valía.

El director no emite juicios, aunque su posición crítica se mantiene como en la novela de Gide, y quedan para el espectador una serie de valiosos elementos, no tanto para que dicte sentencia sino para que comprenda cómo afectan las escuelas y los hogares donde algunos son "formados".

Michèle Morgan, logra una dúctil interpretación haciendo de, Gertrude, un personaje alrededor del cual se mueven todos los hilos: Unos para tratar de atraparla; alguna para probarse a sí misma; y otra más porque quiere probar la autenticidad de la fe que ha depositado. Este rol, le merecería el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes. Pierre Blanchar, conmueve y perturba con su incondicional entrega y su habilidosa manera de espantar a la mosca que quiere posarse sobre el pastel; y Line Noro, es la particular esposa que aprende a creer más en lo que le dicen que en lo que ella ve, y advierte, con sus propios ojos.

Mención especial para, Andrée Clément, una talentosa actriz cuya fría belleza me recuerda de alguna manera a Catherine Deneuve, y quien, víctima de tuberculosis falleciera a la corta edad de 35 años. Su atinada interpretación de, Piette Castéran, la novia traicionada por Jacques y muy apreciada por Gertrude, motivaría que, Michèle Morgan, dijera: “LA SINFONÍA PASTORAL, fue más un filme suyo que mío”.
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