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Dos criados malcriados (1960)

Sinopsis
Don Antonio quiere casar a una de sus dos hijas, Tere o Lorena, con un Conde Para eso alquila una mansion y contrata a los criados Viruta y Capulina para atender al conde y a sus invitados. Pero los criados descubren que el Conde y sus invitados son unos rateros (FILMAFFINITY)
Género
Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
Dos criados malcriados
Duración
96 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
7
“Nadie sabe para quién trabaja”
Desde muy joven, Gaspar Henaine, tuvo una vena artística que ni siquiera su padre consiguió obstruir, pues, quería que siguiera en los negocios del hotel que él poseía. Así que, Gaspar, marchó a ciudad de México en busca de oportunidades… y no tardó en hacer parte de un trío llamado, Los Excéntricos del Ritmo, y años después, el mismo conformaría el grupo Los Trincas con los que obtendría su primer crédito cinematográfico apareciendo en la película, “Cuando acaba la Noche” (Emilio Gómez Muriel, 1950)

Uno de sus compañeros de grupo, Marco Antonio Campos, tenía, como Gaspar, una constante disposición humorística, y advirtiendo que, uno era gordo y el otro flaco, se les ocurrió conformar una pareja que fuera una suerte de Laurel & Hardy o Abbott y Costello a la mexicana, pero pareciéndose más a éstos, pues, el gordo era el “débil” y torpe, pero, el más divertido; y el flaco era el sensato y el más puesto en orden... y el que, con más frecuencia, pagaba los platos rotos.

Decidieron llamarse entonces, Viruta y Capulina (Viruta, por asociación con los delgados residuos de la madera y, Capulina, tomó su nombre en honor de una perrita de la familia a la que así llamaban porque tenía capul), y así hicieron su primera película titulada, “La Sombra del Otro” (1957), donde aparecieron como coprotagonistas junto a, Ricardo ‘Pajarito’ Moreno y Ana Bertha Lepe. Vendría luego, “Se los Chupó la Bruja” (1958), donde serían ya protagonistas absolutos y, de ahí en adelante, los éxitos serían sucesivos, llegando a rodar hasta 5 o 6 películas en un solo año. La década 1957-1967, fue el tiempo de permanencia de la pareja y más de 30 películas (“Dos Locos en Escena”, “Que Perra Vida”, “Buenos Días, Acapulco”, “Los Reyes del Volante”…) quedaron como recuerdo de una muy divertida y encantadora pareja que llevó risas y sana diversión a los chicos -y también a los mayorcitos-, de toda Latinoamérica.

Encontrarme, ahora, con una película de Viruta y Capulina, <<DOS CRIADOS MALCRIADOS>>, me animó a suspender lo que venía haciendo para disponerme a verla, porque siempre los recuerdo con sumo cariño ya que, cuando era chico, me aseguraron muchas regocijantes mañanas de domingo… y esta película ¡era una de las pocas que nunca había conseguido ver!

El guion lo firma, Roberto Gómez Bolaños (años más tarde archifamoso como, “Chespirito”, El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, entre otros personajes que creó e interpretó), el cual ya venía trabajando para ellos desde, “Los Legionarios” (1958); y la dirección estuvo a cargo de Agustín P. Delgado, quien ya se había hecho conocer por, “Donde nacen los pobres” y “Dos Caras del Destino”, entre otros títulos dramáticos.

<<DOS CRIADOS MALCRIADOS>>, sería la quinta de nueve películas que, la pareja, haría como equipo con Gómez Bolaños y Delgado, y es una muy grata comedia de enredos con una trama llena de sorpresas donde nadie es lo que parece… ¡y todo el mundo resulta muy divertido! Se trata de una familia cuyo padre quiere casar, ¡muy bien casadas!, a sus hijas, y aspirando a recibir la visita de un conde, decide alquilar una mansión para ofrecer una buena imagen… pero, cometerá el insólito error de confundir a los criados que ha contratado telefónicamente con una agencia de empleos, con el conde y su asistente quienes todavía no llegan. Esto dará tiempo para que las guapas, Lorena y Teresita, sepan lo encantadores que les resultan Viruta y Capulina… y bueno, lo que sigue es divertido verlo, porque entrarán en escena una serie de personajes que van a causar unos buenos enredos y desenredos.

La he pasado tan bien como cuando era un chiquillo de bolsillos flacos… y, Viruta y Capulina, siguen teniendo un especial lugar en mi corazón. Sea, éste, un sencillo, pero sentido homenaje.

“- ¿Es conde?
- ¡Sí, es-conde lo que se roba!”
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