Los caníbales (1988)

Hay mucha diferencia entre un plano fijo y una foto fija… Y entre un cerdo, un violín y un cerdo tocando un violín. La cosa empieza con una ambientación de época, soltera, hombre misterioso, mucha ópera y unos narradores cantante/violinsta.

Debería hacer un especial inciso (o incisión) tratándose de una película caníbal, sobre películas de narradores musicales: “Algo pasa con Mary”, “My Name is Bruce”…

Debería haber una versión española con Parada o su pianista… aunque no sepa quién es el caníbal y qué carne se come cada uno en la relación.

La cosa se pone surrealista con unos momentos ‘fantásticos’ que rompen el equilibrio de la cinta (pero no en lo cantaril). El que ama a la protagonista y vive en despechado amor pretende matar a su marido y a ella si se pone por delante. Acecha en las sombras del jardín pero canta a gritos (¿¿¿¿para que no se le escuche?????).

Después viene lo del hombre máquina. Yo pensaba en algo a lo Cronenberg o Terminator pero parece Monchito tuneado por Chimo Bayo.

Y para acabar en la gloria… el churrasco… aquí se canta hasta en la sopa o en las brasas de la chimenea…
Canibalismo final y Homenaje fatal a lo “8 y ½”, con cerdo y violín, zombis, caníbales y los peores disfraces de lobo de la historia del cine.

Como musical puro me quedo con“Los paraguas de Cherburgo”, y “Moses und Aron” de Danièle Huillet y Jean-Marie Straub.

Como una critica a la burguesía vea las imprescindibles “El ángel exterminador” y “El discreto encanto de la burguesía”.

Como una recomendación bastarda: evite “Los caníbales” antes de que le devore el cerebro y le de un cambiazo con gafas de pasta gruesa.

Irritante ópera cantada inserta en un cuento algo gracioso y rocambolesco que tienen que ser digerido a trompicones .

Hay algo de maestría en este director portugués que hace que no apaguemos el portátil y aguantemos hasta el final lo que roza al punto de ser insoportable y eso se ve en los actores y la puesta en escena que logran crear cierta armonía.

La música aberrante, oblicua, disonante y enmarañada en algo que resulta forzado. Es como los caníbales comiendo carne humana sin tener hambre. Es sólo vicio, vicio de hacer cine y que este cine se aleje en pretensiones de lo que suele significar hacer buen cine; contar bien una historia.