La gran caída de Igby (2002)

Las aventuras de Igby en el mundo adulto, su madurez prematura, su humor cínico y voraz, su estilo despiadado, y más se debió ante todo a su familia. Esta fue la que lo hizo ser como es, su destrucción fue la que lo creó.
Esta despiadada y cruel crónica del valor de la familia y de como ésta nos marca, contiene momentos de genialidad únicos que la hacen merecedora de todos sus elogios, irregular en otros, pero siempre fascinante, el film nos hace ingresar al mundo de Igby y su patético entorno.Mediante sus irónicos y logradísimos diálogos.
Con personajes sublimes como el del ya citado Igby, muy bien interpretado por Kieran Culkin y sobre todo Mimi, a quién la bestia actoral de Susan Sarandon le dá un tono excepcional, son otros atributos de un film que entretiene y nos invita a la reflexión en muchos pasajes.

Siento atracción por las personalidades transgresoras dentro del cine (y también en mi entorno cotidiano) y esta película pudiera pensarse que está abarrotada de ellas. No es así.

La encuentro dispersa, con personajes muy cercanos al trastorno de conducta. Del resto me resulta difícil destacar algo aparte de la interpretación de Kieran Culkin; y no... a mi no me resultó parecida al personaje Holden Caulfield, de la novela "El Guardian entre el Centeno" como alguien ha subrayado.

Susan Sarandon trabajando casi con piloto automático, en un papel nada destacable. Tampoco me ha gustado Ryan Philippe, un actor que me agrada por su calidad y aptitud. Aquí se nos presenta con el pelo abarrotado de mechas y unas escenas que no parecía creerse cuando las interpretaba. En el año 2.002 se encontraba bastante alejado de su calidad y aptitud frente a las cámaras, que surgiría con el tiempo y una mayor experiencia.

"Capullo perverso" es como llama Kieran Culkin, a su "hermano" Ryan Philippe, en una escena de la película.