Una chica de verdad (1976)

Resulta curioso la forma en que distintos directores exploran un mismo tema. En este caso la introducción a el sexo.
Lo atractivo del metraje es que se desprende del romanticismo que puede existir en el sexo, sin necesidad de entablar una relación amorosa entre el personaje y cualquier otro en la trama. Uno puede sentir que se busca el placer individual, es la joven que hace al otro objeto de su deseo despertando. Y esa es una idea interesante. La cosa mala está en lo lenta que me ha resultado y me hizo divagar en varios momentos. En cuánto a la fotografía me ha gustado bastante ese aire melancólico que se retrata en el hogar y junto con la música, muy atractivo.