El aviador nocturno (The Night Flier) (1997)

Interesante cinta de serie B; correcto y original producto que sabe alejarse bien de los tópicos del subgénero vampírico para desplegar una curiosa cinta de intriga-terror con un toque crítico hacia el sensacionalismo y amarillismo periodístico (los cuales metafóricamente son comparados con el vampirismo tradicional que vemos en miles de cintas con temática sobrenatural)

La cinta se presenta atrapante en su planteo, no cae en los clichés de la parafernalia vampírica, sino que es bien singular en su despliegue.

La película es una adaptación de un relato corto de Stephen King, el cual nos plantea una especie de road movie donde un periodista de mal genio ávido de truculencias y ambicioso de lograr un gran artículo sale a perseguir a un vampiro aviador que está causando estragos en varias poblaciones.

Como vemos, es una cinta excéntrica y con una premisa bastante insólita -aunque aparentemente boba-, y ya por ello merece la pena ser vista.

Pero además el filme tiene buen ritmo, una conseguida atmósfera densa y oscura, buenas dosis de sangre y aberraciones, personajes llamativos, diálogos corrosivos y ácidos, una correcta interpretación de Miguel Ferrer dando vida a un periodista sin escrúpulos que hace cualquier cosa por alcanzar sus abyectos intereses laborales.

Para criticarle: el diseño estético de la criatura es bastante cutre y podría estar mejor por ser una cinta de 1997, pero al menos no se la muestra casi nunca ya que el carácter del filme es de sugerir bastante y mostrar poco a la misma.

En fin, parecería una película estúpida si pensamos “un vampiro que vuela en aeroplano y que anda asesinando gente”, pero detrás de las apariencias se esconde un filme con trasfondo crítico, ya que entre líneas se puede leer que hay una reflexión sobre la desequilibrada mentalidad del ser humano que es capaz de desear ver sangre y vísceras para ganar dinero.

Qué desea un vampiro? Sangre. Y qué quiere un periodista sensacionalista? Lo mismo. Grande Stephen King por utilizar el género de terror para lanzar una sólida crítica hacia cierto sector de la prensa que carece de ética al aprovechar el dolor y las desgracias ajenas para obtener beneficios económicos.

Palabras claves: vampiros, sensacionalismo periodístico, aviones, gore, serie B, cine metafórico, road movie.

La enésima adaptación de un relato de Stephen King, algunas de las cuales son decepcionantes, supone una grata sorpresa. Y es que nadie podría imaginar por el título, la sinopsis y el escuálido presupuesto que esta película pudiera valer algo. Pero lo vale.

Miguel Ferrer da vida a un periodista sin escrúpulos que persigue la noticia de sus sueños, con morbo a raudales. Buena cuenta de ello lo dan escenas como la del accidente de tráfico, en el que se detiene a fotografiar a los cadáveres. Cumple con su cometido tal y como era de esperar, es un papel que le va. El suspense y una lograda atmósfera se mantienen a lo largo de todo el metraje, con un final a la altura. El encuentro del periodista con el vampiro en los servicios es una escena para enmarcar, con el efecto de los espejos y el urinario.

Una interesante y recomendable película, que se pasa volando (nunca mejor dicho), con muy buen hacer por parte del director manejando unos recursos mínimos, y con crítica a ciertas formas de “periodismo” incluída.