Intrépidos Punks (1980)

Esta es de esas cintas que antes de ser vistas ya son clasificadas como malas de antemano. Los sofistas o puristas del cine absténganse de verla, de seguro saldrán con su ya gastado y conocido lugar común de "bodrio infumable" o "atentado contra el buen cine". Sería muy fácil (bueno ni tanto) enumerar todos los errores y horrores que contiene la trama (?), prefiero no hacerlo. Yo le doy valor a esta cinta por haberse llevado a cabo en un país donde el filtro de la censura es de lo más estricto, ahí es donde yo encuentro la razón por la cual debe verse, además del morbo que despierta. Hay que verla para creerla como decía mi abuela.

Cargados de una hiperviolencia innecesaria, coctel de drogas, sexo barato y un alucine total. Estos Intrépidos punks, pasados de anabólicos y pelotas, vienen a ser lo más bizarro que yo haya visto en la bastísima serie b mexicana. Pasados de rímel, trajes estrafalarios, melenas que ya quisieran los rockstars del hairmetal. La banda de los fetichistas que aparecen en El Topo de Jodorowsky se quedan cortos en cuanto a ridículo. Intrépidos punks como salidos de un carnaval van cometiendo fechorías al ritmo de una cancioncilla contagiosa sin que nadie les ponga un alto. Contiene quizá uno de los diálogos y una de las escenas más surreales e inverosímiles de la serie b nacional.

No hay cómo defender esta cinta, sería tan absurdo como uno de sus personajes. No hay que buscar los cómos ni los porqués de esta película, simplemente hay que verla sin tomárselo en serio. Bien decía Octavio Paz que los mexicanos somos una especie única, no hay nadie que se nos parezca (después de ver la película no quedan dudas). En el contexto en que fue realizada esta película (cine de ficheras y pseudoacción al por mayor), podemos decir que es todo un aliciente su curiosa existencia. Y es que es cutre y mala como pocas, de lo peor. Anda reptando entre esos subgéneros de lo sórdido, sin duda ocupa una de las cumbres del cine más estrambótico que haya existido no sólo en México, sino a nivel mundial.

Mas rimmel, pelucas, cuero, tachuelas, crestas, sexo y drogas que en los camerinos de un grupo de heavy ochentero. Mas bigotes bien chidos y pelos grasosos que en la seleccion colombiana de los 80.

El argumento ?¿?¿ puesto al servicio del espectáculo pirotécnico, coches que explotan con solo mirarlos y motos a lo Mad Max.

Extra point para el hecho de que en mitad de una violación aparezca tocando un grupo punk, para animar el ambiente, supongo.