Escuela de campeones (1950)

El año 1886, un maestro escocés convocado como educador en una escuela de su comunidad, llega al puerto de Buenos Aires. El docente tiene ideas innovadoras, basadas en la pedagogía moderna, por ejemplo suspender castigos humillantes. En lugar de un papel excesivamente severo, apela al humor. De pronto, se da cuenta que tanto en su colegio como en el país -Argentina- se desconoce llanamente el fútbol. Les inculca a sus alumnos el amor a este deporte. Esto le grangea enemistades, por ejemplo del padre Smith, y su condición es puesta en tela de juicio por el Consejo de la Escuela. Luego de algunos sinsabores, decide fundar la English High School. Pese a algunos periodistas que consideran cosas "salvajes" el espectáculo que está promoviendo, especialmente el diario "El Tiempo" y algún accidente de un jugador que mancillan la imagen del nuevo juego, logra ser el embrión de un gran equipo de fútbol de las primeras décadas de la XX centuria, incluso disputando con delegaciones extranjeras. En fin, muy agradable película, con el guión del gran poeta Homero Manzi, con equilibradas dosis de humor, drama y toques épicos, se desenvuelve el ovillo de esta retrospectiva del club Alumni (alumnos, en latín). No defrauda en ningún momento, los encuadres, la escenografía, vestuario y actuaciones llegan a un punto casi óptimo.