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Flame y Citron (2008)

Flame y Citron
130 min.
6,4
1.708
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Premios
2008: Festival de Valladolid - Seminci: Nominada a la Espiga de Oro
2008: Premios del Cine Europeo: Nominada a Mejor actor (Mads Mikkelsen, Thure Lindhardt)
"Utiliza la artillería pesada del cine espectáculo, la riqueza de matices de la narración autoconsciente y una muy bien dosificada hondura introspectiva para redefinir las dos figuras históricas como paradigma del héroe atormentado"
[Diario El País]
"El filme empieza impecablemente (...) pero acaba perdiéndose en una borrachera de acción y de inverosimilitud que trivializa los comportamientos de unos personajes esquemáticos (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."
[Diario El Mundo]
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En tiempo de guerra, cualquier agujero es trinchera
De eso va "Flame and Citron", de agujeros y trincheras, pues en tiempos de guerra cada cual escoge el suyo, y aunque el protagonista del film escoja uno, servidor venía a referirse más bien a todos aquellos que en esas épocas cuidaron por sus propios intereses.

Como en "El libro negro", aquí se nos hace partícipes de algo similar: Ni unos eran tan buenos, ni otros eran tan malos, ya que en esas condiciones cada uno miraba por si mismo.
De todos modos, no es ese el tema central del film danés, sino la labor de un grupo de la resistencia escandinava y, en concreto, de los dos personajes que dan título a la película. Flame y Citron fueron héroes en su país, y así lo atestigua este conciso testimonio que, aun conteniendo algún que otro desliz, en general resulta satisfactorio y veraz.

Cabría destacar, ante todo, las caracterizaciones de ambos protagonistas, no sólo sustentadas por dos interpretaciones de alto nivel (Mads Mikkelsen continúa demostrando que es un grandísimo actor, e insufla un nervio y desquicio contenidos a su personaje, y Thure Lindhardt da una réplica fenomenal con temple y una enorme presencia), sino también apoyadas en la composición de dos caracteres definidos con genialidad y consecuentes con su propia forma de ser.
Por contra, el personaje femenino no termina de estar todo lo bien definido que se hubiera requerido para la ocasión y, aunque se le quiera ofrecer un rol más cercano al de una 'femme fatale' que otra cosa, no encaja todo lo bien que el film hubiera requerido.

Por otro lado, la dirección de Madsen resulta compacta, y todos los pasajes están introducidos ante el prisma del espectador con cuidado, haciendo que la recreación pueda resultar verídica pero, en segundo término -y mucho mejor todavía-, que esos dos protagonistas jamás desentonen respecto al tono general de la propuesta.
En su conclusión, "Flame and Citron" demuestra eso y mucho más, no sólo una voz en off nos aleja de un retrato logrado, sino también coherente con lo anteriormente mostrado y, es que, aunque Flame y Citron fuesen dos héroes, cada uno de ellos se aferraba a lo que quedaba de su esencia, y así terminan, siendo sombras bien dibujadas bajo un marco de dignidad, que es lo único que podrían demandar figuras así tras lo ilustre de ese recuerdo...
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33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Todo por la Patria
Flame y Citron son dos asesinos.

Flame y Citron también son héroes que luchan por la libertad de su país. Para ello, matan. No es que maten a altos cargos nazis, matan, como suele ocurrir, al que pueden, matan a un editor danés que escribe publicidad para los nazis, matan a secretarias y a generales retirados.

Matan al enemigo. Aunque ellos están obsesionados con matar al mayor criminal que gobierna en Dinamarca, y harán todo lo posible por conseguir su objetivo.

Así que en los primeros 20 minutos, el guión nos presenta a dos asesinos de la libertad, que luchan por un ideal justo, pero que asesinan a sangre fría. De un plumazo borra todo posible romanticismo de la resistencia danesa, aunque se puede trasladar esto a todas las causas, justas o no, que sobreviven mediante este método.

Entonces, cuando llevamos esos veinte minutos, el guión juega a ir más lejos. ¿Y si todas esas muertes hubieran sido muerte de inocentes? ¿Y si están manipulados? ¿Y si se equivocan?

Da igual. No pueden echarse atrás; una vez que se mata ya solo queda un camino. Ya solo saben hacer una cosa. Se dejan guiar por el odio, para poder olvidar cualquier otra sensación. "se me ha olvidado que no matamos personas, sino nazis", "yo nunca he matado a un inocente". Así que siguen matando, pero está vez con más odio, golpeando más fuerte, decididos, esta vez sí, a cazar a su bestia negra, el criminal que dirige al país. Por tanto, los nazis deciden dar ejemplo y golpean más.

Y entonces se produce el deseado momento en el que se enfrentan cara a cara dos mundos opuestos, y descubrimos, asombrados y casi horrorizados, que esos dos mundos luchan por lo mismo, cada uno a su manera en bandos totalmente opuestos.

Flame y Citron son buenos soldados. Como bien explica un personaje en la película; hay tres clases de soldados. Los que se meten a soldados por hacer una carrera. Son mal soldados, pues tienen miedo a morir y por tanto solo desean la paz. Los patriotas. Estos harán cualquier cosa, pero con el tiempo su ánimo decae y se replantean sus acciones. El tercer tipo de soldado, son los hombres a los que les impulsa el odio. Es el mejor soldado, estará dispuesto a todo y nunca se detendrá.

Flame y Citron eran dos héroes de la resistencia danesa. También eran unos buenos soldados.
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30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
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