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Divina criatura (1975)

Divina criatura
109 min.
5,5
88
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Sinopsis
El duque Daniele (Terence Stamp), ha quedado prendado de Manoela Roderighi (Laura Antonelli) cuando la conoce en un restaurante a donde ésta ha ido a cenar junto a su novio Martino (Michele Placido). Tras haberla convertido en su amante, el duque va a enterarse de que su chica frecuenta un burdel donde es solicitada por un hombre al que él va a querer conocer. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Erótico Años 20
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Divina creatura
Duración
109 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1976: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
6
“Ella conocía los ocultos secretos del amor”
En su autobiografía, “Luciano Zuccoli raccontato da Luciano Zuccoli” (1924) el conde italiano se definía a sí mismo como ‘pendenciero y prepotente, bebedor y libertino, cínico y burletero’. Es una de las particularidades de la aristocracia: Cuando viven de manera indigna, se vanaglorian de hacerlo porque están convencidos de que es una licencia que sólo ellos pueden darse. Por esta razón, Zuccoli no tiene pelos en la lengua cuando, al momento de describir a los miembros de su clase en su novela “La Divina Fanciulla” (La Divina Doncella, 1920), los muestra con todas sus licencias: Consumiendo drogas psicoactivas, fomentando y sirviéndose de la prostitución, abusando de la propia familia, siendo infieles e intolerantes… y hasta sirviéndose del chantaje cuando lo creen necesario.

Esto es, pues, lo que explica que, tanto su novela como la adaptación cinematográfica que, en 1975, realizara Giuseppe Patroni Griffi, permanecieran en el ostracismo durante todo este tiempo... y el objetivo es, tan sólo, dar cuenta de una realidad que sólo sale a la luz, cada día, cuando los protagonistas son gente del pueblo.

El filme fue realizado con un equipo de primera línea: Giuseppe Rotunno haciendo una fotografía pictórica y de cálidos matices como en sus mejores filmes; una ambientación de lujo y un vestuario de gran atractivo, plenamente ajustados a la época en que transcurre la historia (1920); una banda sonora del prolífico C.A. (Cesare Andrea) Bixio, muy bien orquestada por Ennio Morricone; y un guión, firmado por el director junto a Alfio Valdarnini, que plasma con rigor un triángulo amoroso con visos de tragedia, en una clase social de la que siempre se espera mucho más de lo que puede dar.

En las actuaciones, encabeza el inglés, Terence Stamp (“Modesty Blaise”, “Pobre vaca”, “Teorema” …), representando al duque Daniele di Bagnasco, el hombre que, dándoselas de seductor, caerá en la trampa amorosa de una muchacha, criada por una tía que anhela verla convertida en duquesa. La muchacha, Manoela Roderighi, representada con gracia por Laura Antonelli, se mostrará suficientemente ambigua como para mantenernos bajo su yugo… y también va a comprobarnos que llamarla, ‘divina criatura’, no es para nada exagerado. Junto a ellos, Marcello Mastroianni, será el marqués Michele Barra, un primo sin escrúpulos ni para soltar ni para retener; y Michele Placido, es el novio medio zopenco… un verdadero doble -físicamente- del cantante Juan Gabriel en sus años de juventud.

De no ser porque a “DIVINA CRIATURA” le falta rigor en la edición, y el director quizás exageró un poco mostrando la gelidez de la aristocracia, lo que hace que el drama adolezca de fuerza, y sobre todo, de intensa pasión, creo que estaríamos ante una efectiva historia que sabe dar cuenta de una época y de una clase social que ha dejado mucho, pero mucho que desear.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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