Mutantes, el regreso. Volumen 2 (2016)

No puedo más que ponerle un merecidísimo 10 a esta maravilla. Se nota que en la primera parte de esta ¨duología¨ se lo tomaron de tranquis, para en esta segunda echar toda la carne en el asador y crear la película con más maldad que he visto en mucho tiempo.

Una película llena de gore, frikadas hasta hartar, palabras malsonantes, desnudos, escenas escatológicas a montones, humor negro, muertes, líquidos asquerosos a litros y litros, escenas muy políticamente incorrectas contínuas, desmembramientos, monstruos, efectos especiales ochenteros mezclados con efectos cutres de ordenador hechos adrede, música metal y la historia más loca y llena de imaginación que uno podría llegar a pensar.

Lloyd kaufman y compañía han hecho un pedazo de tributo a los 40 años de la Troma con esta película, con montones de invitados de lujo (incluyendo, por ejemplo, al actor que hizo de Vengador Tóxico antes de transformarse en este), o el mismísimo Lemmy de Mötorhead como presidente de los USA.

Divertidísima, pero con un humor muy cabrón, con muchísimas frikadas, por ejemplo, el como han juntado la historia de la trilogía original con estas, inventándose cosas como les ha dado la gana.

No se si es que la primera me pilló con pocas ganas o algo, y me pareció normalita, pero esta me ha parecido treméndamente disfrutable de principio a fin. Los amantes de la Troma lo van a pasar de miedo viéndola.

Decenas de tetas. Y culos. Cientos de chistes de dudoso gusto. Litros de sangre falsa y potingues verdes. Efectos digitales mierdosos. Patos mutantes. Humor marrón. Toneladas de cara dura. Y ni un ápice de sentido del ridículo.

Sin duda alguna esta es la película más alocada, gamberra, disparatada, soez, ofensiva, surrealista, escatológica y autoparódica nunca producida por la Troma. Lo que la convierte automáticamente en seria candidata al título oficioso de película más alocada, gamberra, disparatada, soez, ofensiva, surrealista, escatológica y autoparódica nunca rodada. Se burla del cine de terror, de los medios de comunicación, de la telebasura, del sistema educativo, de las empresas, de la corrección política, de la homofobia, de los gays, de los gordos, de los guaperas, de los empollones, de los pijos, de los viejos que quieren parecer jóvenes, de la comida orgánica, de las redes sociales, de los antisemitas, de los judíos, de los coros escolares, vamos, de todo dios, literalmente...y sobre todo de sí misma. Sin complejos. Sin cortarse un pelo. Ya la primera escena es una parodia del inicio de "Carrie" donde una chica tiene una regla rojiverde en la ducha y acaba "pariendo" un bebé pato mutante, un DVD de la primera entrega y la matrícula del coche del Vengador Tóxico, entre chorros de sangre y liquidillo verde, mientras unas guarronas en pelota picada la graban con el móvil y dicen chorradas. Y solo es el principio. Después todo se vuelve más surrealista, absurdo y desagradable todavía.

Y el hecho de que un tipo de nada menos que 70 años tuviese presencia de ánimo para ponerle su firma (y su careto, que el amigo Lloyd Kaufmann actúa además de dirigir) a tamaña sucesión de excesos y aberraciones de todo tipo no sé si es heroico, simpático o simplemente patético.

Pero si llego a viejo quiero ser como él.