La mujer perdida (1966)

Sara Fernán (Sara Montiel), la hija de un pescador, deja su pueblo al atacar a otro pesacador que estaba en la sala donde ella canta y reconocerlo coo el que le hizo daño a su padre. Está presente Don Rafael Valcárcel (Massimo Serato) diputado del Congreso que la salva del revuelo que se arma acompañándola a su casa. Sara se va a Madrid, donde se gana la vida como cantante en un tablao. Allí Rafael decide ayudarla porque ve en ella un gran futuro en el mundo de la música. Le paga clases privadas de canto, la enseña a vestir con elegancia y la convierte en una gran señora con muchas posibilidades de alcanzar el éxito. Pero Sara queda embarazada de Rafael y eso suponoe un riesgo político para él por lo que se decide que se case con su pianista, Julio (Michel Lemoine) que como creen que es homosexual así, Rafael no corre el riesgo de perder el amor de Sara. Se casan pero más adelante Julio revela su verdadera naturaleza e intenta acostarse con Sara y al negarse la estrangula y Sara se desmaya teniendo un aborto y perdiendo al hijo que deseaba.

Para olvidar decide ir a dar una gira por Europa donde triunfa en las principales capitales y un día, paseando por Roma comococe por casualidad a un escultor, Miguel Fabri (Giancarlo del Duca) y hacen amistad. Ella le dice que es Sara Fernán pero él no se lo cree hasta que la ve actuando en el teatro. Empiezan a salir juntos y se enamoran mutuamente. Más adelante de regreso a españa Miguel presenta su obra escultórica en Madird donde triunfa pero también personas como Elena, Marquesa de Silva (Christiane Minazzoli) enseguida reconoce a Sara por la estatua que hay en la exposición y envidiosa y odiando a Sara comienza su intriga para perjudicarla.

Las circunstancias se ponen mal porque Rafael ha ido para volver a ver a Sara y estando en el mismo hotel que ella está con Miguel, Sara le confiesa que está totalmente enmaroada del escultor y Rafael que también la quiere la comprende y decide dejarla y Sara le da un beso en la mejilla de despedida diciéndole adiós, pero ese beso ha sido vito por casualidad por Miguel a través de unos puertas y plantas y lo confunde con un beso de amor, sintiéndose traicionado y comprtándose friamente con Sara que es inocente y no comprende su nueva actitud. Simultáneamente la Marquesa de Silva está planeando una broma pesada para desprestigiar a un sacerdote amigo de Sara que ha venido a verla. Elena, aprovechando el resentimiento de Miguel lo coge como parte de la broma para que se haga pasar por que se ha muerto y cuando venga con el sacerdote que se levante y decir que ha resucitado. Sin embargo, las cosas se complican pues poco antes de que comience la farsa Sara le cuenta a Miguel quién es el sacerdote amigo suyo y que ella quiere casarse con él que es a quien siempre ha amado. Miguel la cree y Sara sale para hablar con el sacerdote que en ese momento se dirige con la Marquesa de Silva para darle la extremaunción a Miguel, pero al entrar en la habitación lo encuentran muerto de verdad, alguien lo ha apuñalado.

Sara se acusa de ser la que lo ha matado porque se siente culpable de su muerte pero se descubre que el asesino ha sido Julián, el pianista, el marido de compromiso de Sara y rechazado en sus pretenciones de amarla. Al final, el sacerdote le pide a Sara que vaya a cantar al hospital de niños donde él trabaja y eso es lo que hace y allí canta con todos los niños.