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El desayuno de los campeones (1999)

El desayuno de los campeones
110 min.
3,8
833
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Un rico y respetado hombre de negocios de Midland City sufre una crisis de personalidad que lo está llevando al borde la locura. Un escritor pobre e incomprendido acude al Festival de las Artes de Midland City como invitado de honor. El encuentro entre ambos personajes provoca una especie de colisión entre dos mundos, que desencadena diversos acontecimientos que no sólo alteran sus vidas, sino que afectan al conjunto de la ciudad. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Breakfast of Champions
Duración
110 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1999: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
10
La miel no está hecha para la boca del cerdo
"El desayuno de los campeones" es, sin ninguna duda, la mejor adaptación de una novela del gran escritor estadounidense Kurt Vonnegut, ya tristemente fallecido. No sólo está ahí la historia, claro; además Rudolph consigue plasmar visualmente el espíritu, la sorna, la chispa del escritor.

Bruce Willis y Nick Nolte, dos habituales de Rudolph, hacen una competición de sobreactuación a la que se les suma con cierto éxito el entonces desconocido Omar Epps. Todo para favorecer una historia excesiva, con unos personajes que si te llegan, te matan. Porque pese a lo imaginario que rodea la película, pese a estar ambientada en un suburbio típicamente estadounidense, la desesperación de la que habla el film es igual en todas las naciones civilizadas. Aquí, tanto los actores como el director la plasman magistralmente.

Claro, no es una película recomendable a los defensores de la linealidad, los lectores de "El Código Da Vinci", los puristas, los puritanos (que no es lo mismo), los reaccionarios, los conformistas y la carne de discoteca.

Ni Rudolph, ni por supuesto Vonnegut, dirigen y escriben para todo el mundo. Fue Vonnegut el que dijo: "Escribe para agradarle a una sola persona".
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17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Para los ojos de pocos
Kurt Vonnegut Jr. ha sido un escritor peculiar, un particular cronista de la cultura norteamericana, poco reconocido, olvidado, un escritor sólo para unos pocos.
Y precisamente es esta una de las claves para ¿entender? , más bien comprender este "aberrante" filme. Fiel al espíritu del libro, es un filme saturado, sobreactuado, histérico, incomprensible... pero perfectamente cuerdo dentro de su locura.
Tenemos en primer lugar un marco apocalíptico: en una tierra imaginaria de un país imaginario (o por el contrario, en la viva realidad que subyace a sociedad norteamericana), tenemos una esperpéntica lista de personajes: al vendedor de coches de grandísimo éxito y renombre, Dwayne Hoover (Bruce Willis) caminando entre la cuerda floja del suicidio y la locura debido a una crisis existencial y una falta de sentido en la realidad.
Su esposa, un ama de casa adicta a todo tipo de pastillas que ya perdió definitivamente todo contacto con la realidad y la cordura.
Su hijo, un afeminado organista que se hace llamar Bunny (conejito), preocupado en el fondo por mantener una unidad familiar desquebrajada.
Tenemos al jefe de ventas de Dwayne Hoover, Harry Le Sabre (Nick Nolte), un temeroso pelotas preocupados por los cambios de su jefe, adicto al travestismo y acobardado por que se descubran sus perversas aficiones.
Su esposa, una adicta al sexo y al Kamasutra que cuenta y enumera el número de orgasmos en su vida.
Y en medio tenemos a un recién salido de la cárcel Wayne Hoobler (Omar Epps) , un chaval cargado de esperanzas y energías por adentrarse en el mundo de la venta de coches al lado del mítico personaje de Dwayne Hoover , una chaval que no duda en vivir dentro de un coche con tal de perseguir su "sueño" su Fairy-Land.
Al rededor de ellos, un gentío desenfrenado y vacío, histéricos, exaltados consumistas.
En este marco, Dwayne Hoover se hace la acertada pregunta ¿es que todo esto tiene sentido? ¿es así la realidad?.
En contraposición a este mundo, tenemos a Kilgore Trout (Albert Finney) , un prolífico y anciano escritor recluido, con un nulo éxito cuyas novelas o relatos cortos aparecen en viejas revistas pornográficas, que repentinamente es reconocido como "el más grande escritor de todos los tiempos" por un excéntrico cura que lo invita como miembro de honor a dar una conferencia sobre arte.
En este punto, la desesperada búsqueda de un sentido, "una señal" de Dwayne Hoover se cruza con Kilgore Trout. El film nos narra así la búsqueda de una respuesta de las personas adentradas en un salvaje mundo, la búsqueda de una “ficción” (una novela) que nos ayude a sobrellevar el sinsentido inherente a la realidad cotidiana. Y por otra parte, nos narra la búsqueda por parte del autor de su lector, que no es más que el que confiere el sentido a sus obras, y a su vida.
Definitivamente, un film para pocos. Estéticamente sobrecargado, grotesco, pero muy cuerdo con la realidad que describe.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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