arrow

La ruta del tabaco (1941)

La ruta del tabaco
84 min.
7,0
1.408
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Película completa (ESPAÑOL)
Sinopsis
En una zona del sur de Estados Unidos, durante la Gran Depresión las gentes malviven en la pobreza y la marginación. Jeeter es expulsado por no pagar sus deudas e intentará sacar adelante a su familia pero no será fácil. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia Pobreza Gran Depresión Vida rural (Norteamérica)
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Tobacco Road
Duración
84 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
8
¿Y esto es un Ford menor?
El cine de John Ford se compone de pequeños detalles, escenas sin aparente importancia, que son al final las que perduran en la memoria colectiva. Ahí están la pelea en la boda de Centauros del desierto, los ladrones leyendo cómo cuidar a un bebé en Tres Padrinos, o el apretón de manos de El hombre tranquilo. En La ruta del tabaco encontramos varias escenas así, de esas que le arrancan al espectador alguna carcajada o alguna lagrima en el momento menos esperado, y que, al acabar, dejan un buen sabor de boca, a pesar de que se trate de una de las llamadas "menores" del genio de Maine. Y es que, sin ser de sus grandes obras, es una película de Ford. Eso se ve desde el comienzo. Esos planos del solitario camino, ese lirismo arrebatador, que tan bien sabía representar Ford, demostrando cómo el paso de los años ha hecho mella en la zona, donde ya no queda más que polvo.

Alguien dijo que el cine de John Ford cuenta la historia de los irlandeses. Aún siendo el cronista oficial de la historia norteamericana hasta la mitad del siglo XX, siempre tuvo presente su origen, y en su trilogía sobre la pobreza, no hace otra cosa que narrar los sucesos de la gran hambruna que sufrió Irlanda en el siglo XIX, y que acabó con su familia en el nuevo mundo. Por ello, todo su cine está impregnado de una sensibilidad que sale de la propia experiencia, y más aún estas tres películas. Pero para Ford, nunca una historia es lo demasiado triste como para dejar de lado el humor. Es la gran clave de la película, porque, narrando una historia tan dura y sombría, lo hace con su candidez habitual, con personajes entrañables, y diálogos cómicos, dando lugar a unas situaciones que en algún momento podrían llegar a parecer escatológicas. Pero, a pesar de todo, nunca deja de ser lo que Ford siempre ha contado, historias sencillas de personajes.

La película es un auténtico lucimiento para Charles Grapewin, un actor que nunca es lo suficientemente reconocido. Él solo lleva el peso de la película en todos los ámbitos. Con una interpretación muy fordiana, sabe darle el punto exacto entre comedia y drama para hacer creíble y entrañable su personaje. Una interpretación simplemente brillante. Todo el reparto es un muestrario el cine fordiano, lo que podríamos llamar irlandeses, locos, sueltos entre ellos, inadaptados, ya sea a un lugar o a una época. Y Ford es el único que sabría hacer algo así sin resultar caricaturesco o bufonesco. Es, probablemente, el único director que ha conseguido que en sus películas la cámara nunca esté, si no que sea el espectador el que sienta directamente la historia. Estamos realmente ahí, en esa pequeña granja desahuciada, y no la vemos através de una pantalla. También destacar esa brillantez plástica que consigue Ford siempre. Ya pueden ser los claroscuros de Centauros del desierto o el primer plano de Tom Joad en Las uvas de la ira, conseguía hacer poesía de la imagen, sin necesidad de barroquismos y efectismos. La sencillez hecha cine.
[Leer más +]
50 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Georgia
Film muy notable de John Ford (1895-1973), poco conocido e injustamente infravalorado durante muchos años. El guión, de Nunnally Johnson (“Las uvas de la ira”, 1940), adapta la obra de teatro “Tobacco Road” (1933), de Jack Kirkland, versión teatral de la novela del mismo título (1932), de Erskine Caldwell (1903-87). Se rueda en escenarios naturales de Encino (L.A.) y Sherwood Forest (CA), con un presupuesto estimado de 1,9 M USD. Producido por Darryl F. Zanuck para la Fox, se proyecta por primera vez en público, en sesión de preestreno, el 20-II-1941 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en Augusta (Georgia), en una zona concreta conocida como “La ruta del tabaco”, tiempo atrás próspera y dedicada al cultivo del algodón, pero actualmente en decadencia y convertida en lugar de miseria. Jeeter Lester (Grapewin) y su esposa Ada (Patterson) quedan solos tras la marcha de sus dos últimos hijos. Han tenido en común 15 o 16, no lo recuerdan con precisión. Jeeter, de más de 60 años, es un pícaro extravagante, parlanchín y holgazán. Ada, su mujer, es sensata y lúcida, pero está disminuida por la edad.

El film suma drama, comedia y crítica social. El relato está escrito en tono de farsa, presenta numerosos lances de humor y crea abundantes situaciones divertidas. Trata a los personajes con respeto, cariño y ternura. Los hace ingenuos, sencillos y entrañables. Los muestra condenados al hambre, al desahucio, al desamparo. Son incapaces de afrontar y resolver los problemas que les afectan: soledad, carencia de ayudas familiares, enfermedad, etc. La situación de Jeeter y Ada es triste y descorazonadora. Ford lo muestra sin rodeos y sin disimulos, pero sabe extraer lirismo de las palabras, los diálogos, las reacciones personales, la inacción, la singularidad de los caracteres. La farsa, mordaz y crítica, sitúa a las personas como víctimas de la crisis del campo, la Depresión, la marginación, la vejez, el abandono de los hijos. Por ello los personajes, aunque estrafalarios, son a los ojos del espectador dignos de aprecio, afecto y simpatía.

A causa de la censura, resuelve con unos pocos trazos el retrato de la tórrida sexualidad que en la novela acompaña a los personajes que se mueven en torno de la pareja protagonista. El realizador no oculta los hechos, que presenta dibujados con una abundante aportación de sutileza, agudeza y humor. La interpretación es adecuada y correcta en general. La del viejo Jeeter me parece sensacional.

La película tiene puntos de contacto con “Las uvas de la ira”. Las dos se refieren a una misma época, problemas afines, visiones subjetivas de una realidad sobrecogedora, etc. Ambas con el paso del tiempo han ganado prestigio y crédito. El tono de farsa con el que se explica el drama durísimo de la segunda es actualmente aceptado y mucho mejor comprendido que por el público de 1941, abrumado por la inminencia de la entrada del país en la IIGM (7-XII-1941).

(Sigue sin "spoiler")
[Leer más +]
35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre La ruta del tabaco
Fichas más visitadas