La belleza del diablo (1950)

El mito de Fausto de René Clair

LA BELLEZA DEL DIABLO (René Claire, 1934)
Dirección: René Clair. Guión: René Clair, Armand Salacrou. Música: Roman Vlad. Fotografía: Michel Kelber. Reparto: Michel Simon, Gérard Philipe, Nicole Besnard, Simone Valère, Carlo Ninchi, Raymond Cordy, Tullio Carminati, Paolo Stoppa, Gaston Modot. Producida por Franco London Films.
René Clair (René Chomette, 1898-1981). Fue uno de los primeros en aportar al cine una visión de autor. Realizó farsas mudas y comedias frívolas e ingeniosas. Con su tetralogía parisina ("Bajo los techos de París", 1930; "El millón", 1931; "¡Viva la libertad!" 1931; "14 de julio", 1933), nos permitió conocer la imagen de un París popular y feliz. Interesantes: "Un sombrero de paja en Italia",1928 (una dela mejores farsas del cine mudo); "Diez Negritos", 1945, (con muy buen reparto en la adaptación de la novela de A. Christie); y "Me casé con una bruja", 1942, (con con Fredric March y Verónica Lake). Falleció a los 82 años.
La belleza del diablo, es una película singular con aires de fábula. Es uno de los títulos más aplaudidos del director. Versión fiel, dulzona y poética del mito literario del Fausto de Goethe, con secuencias tanto hilarantes como de gran aflicción. La ambientación abusa de los tópicos. La fotografia es dura, por lo general. Duelo interpretativo de dos espléndidos actores.
Gérard Philipe (1922-1959). Actor de culto en Francia, llamado "El principe de los actores". En esta película debutó con Clair. Actor con imagen de adolescente romántico, encantador, elegante, de sonrisa seductora y de extraordinaria versatilidad. Murió a los 36 años. Magnífico en "Fanfan el invencible", 1952 y "Las relaciones peligrosas", 1959. Aquí, como Fausto, nos muestra todo su encanto, sus ojos soñadores, su intuitiva inteligencia.... Es cautivador, seductor y melancólico.
Michel ­Simon (1895-1975) profesaba un anarquismo sonriente y un sentimiento de felicidad fraternal que se aprecia en sus personajes mas interesantes: Jules de "L'atalante"(1943) o Boudu de "Salvado de las aguas"(1932). Inolvidable en "El cebo" (1958) y "El tren" (1964). Murió a los 80 años. Aquí, como Mefistófeles, nos fascina con su elocución, su voz grave, su genio y su prodigiosa sensibilidad.
Una película muy recomendable.

Mefistófeles le dice a Fausto:
"El verdadero infierno existe en la tierra.... es la pobreza, la soledad, la maldad del hombre....".

Una leyenda que hablaba de un famoso erudito insatisfecho con su vida, quien decide pactar con el diablo la entrega de su alma a cambio de un gran conocimiento y de poder disfrutar de los placeres del amor y el sexo, se hizo muy popular en la Alemania del siglo XVI, y de ella surgieron obras de teatro cómicas en las que, Fausto y Mefistófeles, el tentado y el tentador, no eran más que figuras divertidas. También se ha hablado de la obra, “Geschichte von D. Johann Fausten” (1587) que se atribuye al librero alemán, Johann Spies, y seguidamente, el inglés Christopher Marlowe, la convirtió en una obra ya clásica que se tituló, “The Tragical History of Doctor Faustus” (1616). Dos siglos después, el alemán, Johann Wolfgang von Goethe, hace su propia reelaboración de la historia publicándola en dos partes (“Faust” 1808 y 1832), y el personaje pasa a ser el brillante profesor que aspira a mejorar la condiciones de vida en este desigual mundo.

Se ha dicho que la leyenda está basada en, Johann Georg Faust (1480? -1540), un erudito teólogo que falleciera mientras hacía un experimento en un laboratorio de química y quien invocaba al diablo con el propósito de someterlo a sus órdenes.

La historia de Fausto, ya había sido llevada magistralmente al cine por el director, Friedrich W. Murnau (“Faust”, 1926) y, en 1947, también cobra importancia la novela, “Doktor Faustus” que publicara, Thomas Mann, donde el personaje se convierte en un músico.

La versión que con el título, <<LA BELLEZA DEL DIABLO>>, realizara el director René Clair -con un guion escrito por él mismo y Armand Salacrou-, no deja de resultar bien llamativa y conserva la vis cómica que caracterizara al director en gran parte de su filmografía. Aquí, Henri Faust, es un profesor que se pensiona tras pasar 50 años en la cátedra universitaria, y al sentir la inutilidad de su vida, se deja tentar por un atractivo Mephistopheles, para recuperar su juventud. Tras asumir, él, la figura que tenía el servidor del diablo y convertirse, Mephisto, en el anciano profesor, una serie de aventuras tendrán lugar, mientras el joven se resiste a pactar definitivamente la entrega de su alma.

La historia resulta muy entretenida, involucra una cierta crítica social centrada, sobre todo, en el culto que se le rinde al dinero; y nos muestra a un diablo benévolo que tienta, pero, que da al tentado ocasiones de redimirse.

Editado con gran eficacia en las sobreimpresiones y en los efectos visuales, el filme se mueve de manera muy dinámica en el manejo del espacio-tiempo; pero, sin duda, su mayor peso lo asienta en las muy buenas interpretaciones de, Michel Simon y Gérard Philipe, el viejo y el joven que intercambiarán amistad, afectos y desafectos, y toda suerte de impresiones acerca de cómo llevar una larga vida.

Una frase de Mephistopheles, cobra especial significado: “El verdadero infierno se encuentra en la tierra: es la pobreza, la soledad y la eterna maldad del hombre”.