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El misterio del Pink Flamingo (2020)

El misterio del Pink Flamingo
90 min.
6,0
227
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Trailer final HD (INGLÉS con subtítulos en ESPAÑOL)
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Sinopsis
Rigo Pex es un ingeniero de sonido serio pero excéntrico cuya cómoda vida se ve repentinamente perturbada por un extraño fenómeno: el Pink Flamingo. Estos pájaros rosas parecen seguirlo a todas partes, llevando a Rigo a una investigación para revelar su misterioso significado. Estudiará su impacto en nuestra sociedad y viajará a Estados Unidos para conocer una serie de dispares personajes que expresan su personalidad con su figura: la sensación de Internet Pink Lady, la gurú de la música Allee Willis, la banda technopop Kero Kero Bonito, el enfant terrible Eduardo Casanova o el cineasta de culto John Waters, entre muchos otros. Rigo será nuestro guía a lo largo de este viaje sobre cómo los iconos pueden ayudarnos a encontrar nuestra propia identidad y a cambiar nuestras vidas.
Género
Documental
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
The Mystery of the Pink Flamingo
Duración
90 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Premios
2020: Premios Gaudí: Nominada a mejor documental
3
Rosa Rosae
El secreto de la vida está en luchar a cara de perro contra el cambio, lo odio, el tiempo, la muerte, sin asumirlo ni respetarlo, escupirle en la cara, blasfemar contra él, cagarse en todos sus muertos, no reconocerlo ni rendirse cobardemente ante él, injuriarlo, ignorarlo, trampearlo, vadearlo, otra vez insultarlo, siempre, antes que nada, por encima de todas las cosas, huye como de la peste o el diablo de toda la basura seudofilosófica que te diga lo contrario, de los vendedores de crece pelo, esos gurús de extarradio, de todo aquel que te venda/trafique o bendiga/beatifique ese puto infierno, el mal absoluto, lo que nos roba o hurta todo lo bueno, lo que más queremos.
A fuerza de buscar/bucear en su mundo rico interior, en su diferencia esencial tan peculiar o particular respecto a todos los demás, en su rareza total, se ve que se vuelven o convierten o tal vez confirman o más bien son, siempre en verdad lo han sido, completamente iguales al resto que se creen también la mar de especiales, el limo de dios, intercambiables, sustituibles, indiferentes, clones, pelmas, una redundancia recurrente, un autorretrato eternamente repetido, uno realmente auténtico no lo pregonaría, nunca jamás corearía tópicos como si estuviera o estuviese descubriendo el nuevo mundo, no caería tan bajo, no se creería la hostia, lo sería, punto, puto.
Son tan enrollados y sabios y están tan realizados y logrados, plenos y aptos que no pueden ser también más tediosos o aburridos, mediocres y crematísticos, vulgares, conservadores, horteras y pesados.
Lo que importa no es el viaje ni el camino, la alforja llena y tirarse a la bartola mientras te abanica un negro o una negra y yo no soy racista.
Decía Kundera, casi ya centenario, resistiendo contra viento y marea, qué cojones, que el Kitsch era la negación absoluta de la mierda, su no reconocimiento u ocultamiento tanto literal como metafóricamente, la negación radical de todo lo más desagradable y feo y que también es parte esencial de todos nosotros.
Divine comía o comió mierda.
Jonh Waters decía o dijo de él o de ella que nunca fue Kitsch, que fue punk toda la vida de dios, antes siquiera de que ese concepto existiera, pese a que la hayan tratado de santificar las gentes más extremadamente religiosas y puritanas de nuestro tiempo, qué miedo, los/las del burka de occidente, ni a los muertos respetan esos/esas pedorras.
Todo encaja o cuela.
Alle Willis comenta que lo Kitsch es tratar/creer que haces algo la mar de bien, con todo tu amor y dedicación, con toda tu alma y tu corazón, la mejor intención, mucha esperanza y empeño puestos en ello, y que te salga en realidad un truño, un puta mierda porque no tienes ni una pizca de talento, no te ha llamado por ahí el caprichoso señor, eres un negado, ese fenómeno tan triste y cómico, tan frecuente y derrotado, tan feroz y divertido, tan penoso/tierno/cierto, tan habitual y lastimoso, que tire la primera piedra el que esté libre de pecado, amén.
¿Esta película o coso documento es una mierda a propósito/malamente o de manera involuntaria? ¿Es kitsch o azar? ¿Es consciente o completa y simplemente desastrosa, se derrenga, una debacle, desbarra, delira? ¿Por qué el protagonista tiene tan poca gracia y salero, un muermo de cuerpo entero, y los entrevistados parece que estén oliendo todo el rato... justo eso, lo que comían en Saló con tanto glamour y fruición? ¿Un síntoma o una enfermedad? ¿La cara o la espalda?
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Crítica de The Mystery of the Pink Flamingo por Cinemagavia
*Un falso documental

La cinta de Javier Polo se encuentra dentro del mockumentary, un falso documental que habitualmente suele acercarse más a la comedia que al drama. Javier Polo experimenta con el uso del montaje, haciendo desdoblamientos en las entrevistas, y juega con la estética de la obra, con un objetivo evidentemente comercial.

Las grabaciones son reales, aunque lo que se produce es una obra de ficción. Un personaje -en este caso real- se obsesiona con los sonidos de su entorno y decide grabar su día a día. En un momento dado, el flamenco rosa irrumpe en su vida sin motivo. Rigo se decide a investigar cómo ha llegado el flamenco rosa a ser el centro de atención y a convertirse en un icono estético, alabado por unos y criticado por otros.

*Road movie friki

La historia está narrada por una conocida voz en off, la del doblador Camilo García (Anthony Hopkins o Harrison Ford). Camilo nos guiará en una ruta friki de artistas vinculados con el flamenco.

Algunas de las personalidades (o personajes) que aparecen en el documental son: Eduardo Casanova, Allee Willis, John Waters (director de la aclamada película ‘Pink Flamingo’) o Patricia Altschul. Un grupo más que peculiar que nos revelará datos muy curiosos sobre este animal y su influencia en la sociedad.

*Un videoclip extenso

A día de hoy, podemos diferenciar claramente un montaje clásico de uno contemporáneo. Mientras el primero tiene pocos planos de rodaje y muchos de montaje, el segundo abusa de los planos de rodaje, y ni hablemos de los planos de montaje que realiza.

Normalmente el resultado no es bueno. El problema, fundamentalmente, es que la obra se convierte en un videoclip. El mundo cinematográfico se ha ido pareciendo cada vez más, sobre todo a partir de los años ochenta -estética MTV, la publicidad, los videoclips, etc.- a un anuncio televisivo. Planos rápidos y cientos de estímulos visuales que distraen al espectador, pero que no tienen una función clara.

*Conclusiones

The mystery of the Pink Flamingo es una obra extravagante que, al igual que el ave Fénix, muere y renace varias veces en su desarrollo. El documental se presenta como una mezcla de road movie, comedia ligera, documental clásico y videoclip, tomándose todas las licencias posibles para mantener alerta al espectador.

Cruzar los límites establecidos puede transformar algo mediocre (o absurdo) en una obra muy interesante. La cinta de Javier Polo consigue, aunque no atravesarlos, tampoco caer en el disparate. En sus propias palabras: “El propio documental era en sí mismo un viaje hacia lo desconocido. Sabíamos que este era un proyecto arriesgado y raro, que no sabíamos qué resultado nos iba a dar. Al final, afortunadamente todas las piezas han encajado”.

Escrito por Soraya Unión Álvarez
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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