- Sinopsis
- Un agente de inteligencia estadounidense es enviado a Tokio para localizar una red de espionaje comunista. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Intriga Cine negro Espionaje
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1957 / Estados Unidos
- Título original:
- Stopover Tokyo
- Duración
- 100 min.
- Guion
- Música
Bien dosificada, mantiene el interés durante todo el metraje
15 de agosto de 2019
- "Él tiene fe en la Humanidad. Para él una daga es un cortapapeles".
Agradable sorpresa, no porque creyera antes de verla que no me gustaría, sino porque sencillamente la desconocía por completo.
Y me he encontrado con un interesante film de espionaje con intriga bien dosificada, sencilla en apariencia pero con bastante sustancia dentro.
El empaque técnico es muy competente, con una estimable banda sonora de Paul Sawtell y, sobre todo, una preciosa fotografía a todo color y pantalla (gran Cinemascope) a cargo de Charles G. Clarke.
Los diálogos y situaciones, no demasiado espectaculares, unen momentos de tensión, como los de la sauna y la de la cabina telefónica, con otras intimistas, como la relación de la pareja protagonista con la encantadora niña japonesa.
La cinta se sigue con suma facilidad y deja un buen sabor de boca, pues es un claro ejemplo de lo que el viejo Hollywood sabía hacer con pocos pero estimulantes mimbres.
El para mí ignoto Richard L. Breen, hace un buen trabajo de dirección tras las cámaras. No creo haber visto, hasta el momento, más pelis suyas.
Y una cosa deja clara esta cinta, que para que el protagonista logre sus propósitos no hace falta utilizar la violencia. Y es que, que yo recuerde, ni siquiera va armado.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Agradable sorpresa, no porque creyera antes de verla que no me gustaría, sino porque sencillamente la desconocía por completo.
Y me he encontrado con un interesante film de espionaje con intriga bien dosificada, sencilla en apariencia pero con bastante sustancia dentro.
El empaque técnico es muy competente, con una estimable banda sonora de Paul Sawtell y, sobre todo, una preciosa fotografía a todo color y pantalla (gran Cinemascope) a cargo de Charles G. Clarke.
Los diálogos y situaciones, no demasiado espectaculares, unen momentos de tensión, como los de la sauna y la de la cabina telefónica, con otras intimistas, como la relación de la pareja protagonista con la encantadora niña japonesa.
La cinta se sigue con suma facilidad y deja un buen sabor de boca, pues es un claro ejemplo de lo que el viejo Hollywood sabía hacer con pocos pero estimulantes mimbres.
El para mí ignoto Richard L. Breen, hace un buen trabajo de dirección tras las cámaras. No creo haber visto, hasta el momento, más pelis suyas.
Y una cosa deja clara esta cinta, que para que el protagonista logre sus propósitos no hace falta utilizar la violencia. Y es que, que yo recuerde, ni siquiera va armado.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Edmond O'Brien es un tío chungo
7 de diciembre de 2017
Al oler que es de espionaje anticomunista el que todo lo lee y todo lo copia la pondrá, si su camello se la pasa, un 1 ya que él es un tío de honor. Viendo a Joan Collins y pensar en la soplillos aka tetas de goma pienso que nadie es perfecto y menos la soplillos. Robert Wagner es un trabajador a cuanta ajena de la CIA, eso lo digo yo, y va a Tokio a descubrir a los chungos y Edmond O'Brien es uno de ellos y de los más chungos. La escena de hija del amigo de curre y Robert Wagner solamente la podrían hacer los occcidentales ya que los orientales no podrían hacerlo ya que sus miras están muy alejadas de la realidad, mi realidad es que se Stopover Tokyo aka Parada en Tokio la hubiera hecho un japo la hubiera visto otro.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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