Locos por el básquet (1996)

El mítico Red Auerbach se caracterizó a lo largo de su exitosa carrera como entrenador por encender un puro poco antes del final de los encuentros, era un ritual que todos, rivales y pupilos, conocían a la perfección, el llamado puro de la victoria. La idea de que la histórica franquicia de los Boston Celtics y la pasión que generan en la ciudad del trébol pasará a la gran pantalla era una muy buena idea, pero hay muchas cosas que fallan en esta comedia.

Dos buenos comediantes como Daniel Stern y Dan Aykroyd son una buena elección como los dos fanáticos de los orgullosos verdes (incluyendo un cameo memorable de Larry Bird, que no necesita presentación para los amantes de la NBA), pero la trama está tan hiperbolizada y algunos gags son tan forzados que cuesta disfrutar del todo de la montaña rusa que proponen.

Damon Wayans intenta en la medida de sus posibilidades parecer el base estrella de los Utah Jazz en las Finales, pero el afán de los gags en la pista hace que también le dé una estética de tebeo que en este caso concreto no termina de resultar. Se podía haber buscado un giro de tuerca, unos personajes menos caricaturescos y una lectura que fuera más allá de la broma (sin hacer con esto apología de que Celtics Pride se convierta en un drama).

Una película de las que puede que uno vea cuando la coloquen en alguna cadena una tarde de domingo según lo que haya en las otras emisiones. Pero Red y la franquicia que más anillos cosechó durante el siglo XX en la NBA merecían algo más.