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La misteriosa dama de negro (1962)

La misteriosa dama de negro
123 min.
6,6
946
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Tráiler (INGLÉS)
Sinopsis
William Gridley, un diplomático americano destinado en Londres, alquila una lujosa mansión y se enamora de la dueña, Carly Hardwicke, una atractiva viuda que es sospechosa de asesinato... (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Intriga
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Notorious Landlady
Duración
123 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1962: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión comedia
7
La viuda negra
Una de las mejores comedias del realizador americano Richard Quine (1920-1989), director de “Cómo matar a la propia esposa”, 1968. El guión, escrito por Larry Gelbart y Blake Edwards, adapta el relato breve “The Notorius Tenant” (Colliers Magazine, 1956), de Marguery Sharp. El film se rueda en Columbia Studios (Hollywood, CA) con algunas tomas directas de exteriores de Londres (Paddington Station, Embajada de EEUU, Trafalgar Square, Scotland Yard, Piccadilly Circus, etc.). Producido por Fred Colmar (“Picnic”, Logan, 1955), para Fred Colmar-Richard Quine Productions, se estrena en abril de 1962.

La acción dramática tiene lugar en Londres a lo largo de varias semanas en 1861/62 con un epílogo en la costa de Wessex (SO de Inglaterra). La fría y enigmática Carlyle “Carly” Hardwicke (Novak), viuda, sola, vestida de negro, rubia, sospechosa de haber envenenado a su marido, desea alquilar una habitación de la lujosa mansión en la que vive en el elegante barrio de Mayfair (West London, Westminster), a un matrimonio, para complementar sus ingresos. El joven diplomático norteamericano recién llegado a Londres William “Bill” Gridley (Lemmon), desenvuelto, bastante distraído y algo presumido (acaba de comprarse un bastón y un bombín), buen cocinero, consigue cerrar el contrato de alquiler con derecho a cocina. Ella es sexy, seria, reservada, de mirada felina, fría, poderosamente atractiva, retraída, elegante, misteriosa e inocente. Bill es extrovertido, alegre, simpático, soltero y enamoradizo.

El film suma comedia misterio, romance y thriller. Como comedia combina elementos de comedia negra, disparatada y de suspense. Quine y Blake Edward habían colaborado en la elaboración de 7 guiones, si bien en esta su octava colaboración el guión es de Edwards y Larry Gelbart. Novak es la musa de Quine, de la que está enamorado sin ser correspondido. La dirige en 4 ocasiones: “La casa nº 322” (1954), “Me enamoré de una bruja” (1958), “Un extraño en mi vida” (1960) y “La misteriosa dama de negro” (1962). En todas loas casos la muestra espléndida y resplandeciente. Lemmon cumple su cuarta colaboración con Quine y, como en las anteriores, hace el papel de un hombre corriente que, a medida que comprueba las suspicacias que levanta la muchacha entre las vecinas y la sospechas que la policía tiene sobre ella va entrando en una espiral imprevista de inquietud.

Se advierte la comodidad y la satisfacción con que trabaja Quine junto a sus dos actores preferidos y sobre un guión de Edwards. Consigue trasmitir a la acción una soltura y ligereza que constituyen uno de los principales atractivos del film. Compagina con habilidad un doble movimiento en sentido contrario: el de la creciente inquietud del enamorado Gridley y el del progresivo enamoramiento de la gélida Carly. El doble moviendo, bien dosificado, aporta intensidad, profundidad y densidad a la acción.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
“Podría amarte aunque hubieras asesinado a tres maridos”
Cuando el americano Bill Gridley conoce a Carly Hardwicke, la “doncella” que se ofrece a mostrarle el apartamento en alquiler de la calle Gray 33 de Londres, se da cuenta enseguida que la vida está siendo con él excesivamente generosa, pues, no solo llega para ocupar un cargo diplomático en la Embajada de los EEUU, sino que acaba de conocer a un verdadero ángel que vive sola y que pronto se convence de que él es fiable y que, no obstante ser soltero, puede arriesgarse a alquilarle el piso.

Pero Gridley es apenas un simple ser humano, y pese a la hermosa imagen que se ha hecho de la rubia Carly, esa mujer con ojos color de avellana que le penetran el alma, cuando su jefe y el inspector de policía lo advierten del peligro que ella representa ¡convirtiéndola en una suerte de viuda negra!, Bill no puede evitar que su sistema nervioso se sienta bastante afectado.

Y así tendrá lugar una corrosiva, desquiciante, sorprendente y alocada comedia, donde poco o nada resulta predecible y donde, Jack Lemmon y Kim Novak, nos dan una clase de actuación inolvidable, mientras que el director Richard Quine, logra entretejer la deliciosa trama con el mayor de los cuidados. Es en casos como éste, cuando uno se pregunta: Si la comedia americana es a todas luces la mejor del mundo, ¿cómo puede ser que, en los premios Oscar (que ya van en 86 ediciones), apenas tres o cuatro comedias hayan merecido el codiciado premio? ¿Y quién no recuerda cuando menos una docena de memorables títulos made in Hollywood?

“LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO” es la adaptación de una historia de Margery Sharp, escrita por Larry Gelbart, autor de muchos quilates que, luego de este éxito, se nos vendría con títulos tan memorables como “La caja de las sorpresas”, “Movie Movie” o “Tootsie” entre las que ahora recuerdo. Blake Edwards colaboró con él en el guión e ignoro que pudo haber aportado, pero el sello Gelbart –diálogos agudos - situaciones de doble sentido - y momentos muy picantes-, reluce por donde se mire.

Un excelente grupo de actores de reparto -contado Fred Astaire que figura con los protagonistas-, entre los que resaltan Lionel Jeffries como el avisado inspector Oliphant, Estelle Winwood como la curiosa señora Dunhill, y Philippa Bevans la intempestiva Agatha Brown, consolida una historia que te envuelve y ya no consigues soltarte, y donde Jack Lemmon confirma, por enésima vez, que es uno de los mejores comediantes que ha dado la historia del cine. Y queda decirlo, Kim Novak reafirma que su rostro es para guardarlo por siempre en la memoria.

Título para Latinoamérica: “MI BELLA ACUSADA”
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
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