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Withnail y yo (1987)

Withnail y yo
107 min.
6,7
1.673
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Sinopsis
Producida por George Harrison, es una película independiente británica que narra la vida de dos jóvenes actores en Londres durante un invierno frío y desalentador. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Withnail and I
Duración
107 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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8
Withnail y Peter
Ópera prima de Bruce Robinson ("Jennifer 8"), de la que fue director y guionista. Film independiente, se rodó en Brampton, Peurith y Sleddal (Cumbria/RU) y en Sotony Stratford (Buckinghamshire/RU). El productor fue Paul M. Heller y la productora Hand Made Films, del ex-beatle George Harrison. Ganó el Evening Standard British Film Award al mejor guión. Se estrenó el 19-VI-1987.

La acción tiene lugar en Camden Town (Londres) y en Peurith y Crow Crag, a lo largo de dos semanas, en 1969. Narra la historia de dos amigos, Withnail (Richard E. Grant) y Peter Marwood (Paul McGann), actores en paro, con problemas de alcohol y drogas, gays, que viven sin recursos en un piso sucio y maloliente de un barrio marginal de Londres. Monty (Richard Griffiths), tío de Withnail, excéntrico y acomodado, les deja una casa de campo para que pasen unos días.

La película muestra cómo viven dos amigos en un apartamento donde se amontonan platos sin lavar, ropa sucia, basura y malos olores. Visten de modo zarrapastroso, trafican con droga y gastan lo poco que tienen en chutes y alcohol. Su vida, sumida en la marginación, está abocada a la degradación personal. En el campo, se encuentran en una situación peor. La casa del tío Monty no tiene ni calefacción ni agua corriente, los vecinos les reciben con hostilidad y no para de llover. Se ven desbordados por los acontecimientos y a punto está de quebarse la amistad de ambos. La tensión dramática, bien construída, evoluciona en un crescendo magistral, que suma hambre, frío y desesperanza. La película, semi-autobiográfica, recuerda a finales de los 80 cómo fue la vida de un amplio grupo de adelescentes ingleses en los últimos 60 y primeros 70. Es un film nostálgico sobre las esperanzas perdidas y los sueños rotos de muchos jóvenes idealistas, cuyo retrato la película traza con añoranza y melancolía.

La música describe de modo vibrante la marginación en la que viven los protagonistas y los sentimientos de fustración que les embargan. La música añadida incluye la canción "Voodoo Child", de Jimmy Hendrix y otras. La fotografía tiene una gran importancia en la obra. La descripción de la vivienda de Camden detalla su sordidez y la de la casa de campo trasmite sensaciones de desesperación, realzadas por la lluvia incesante. El guión, semi-autobiográfico, construye un relato sobrecogedor. La interpretación de los dos protagonsitas es sobresaliente. La figura de Richard Giffiths evoca la experiencia de abusos que el autor sufrió durante el rodaje de "Romeo y Julieta" (1964), de Zeffirelli. La dirección, apoyada en una interpretación excelente, una fotografía magnífica y una música envolvente, construye un film ejemplar.

Película de culto del cine británico. Los lectores de "Total Film" la votaron como la 3ª mejor comedia cinematográfica británica. En 2004 la misma publicación la situó en el lugar 13 entre los mejores films británicos.
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35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Purriños & I
Todas las películas en las que el alcohol es uno más de los protagonistas me impulsa irrefrenablemente a beber. Da igual que el mensaje tenga una intención moralista de alertarnos sobre los peligros de la ebriedad, como en "Días sin huella" o "Días de vino y rosas". Es una atracción irresistible la de ver a personajes que van cuesta abajo sin remedio a base de empinar el codo. Quiero ser como ellos.

En "Withnail & I" no existe un claro mensaje sobre la perfidia del borracho. Es simplemente un retrato irónico sobre la autodestrucción ("Hasta los relojes parados dan bien la hora dos veces al día", reflexiona el protagonista). Los dos personajes unidos en la pendiente son diferentes caras de una misma moneda. Uno es absolutamente nihilista y violento, Withnail, y el otro está cargado de miedos e inseguridades, "yo". Los dos deciden seguir la frase inicial de la canción "All along the watchover", que suena en la película: There must be some kind of way out of here. Su salida es ir de Londres a una aldea perdida de la Inglaterra profunda.

Quizá olvidan que lo primero que mete siempre en su maleta alguien que quiere emprender la huida son todos esos temores, incertezas y fracasos que causan la fuga. Por mucho que cambien de contexto, seguirán viviendo en la mierda, no dejarán de beber, continuarán comportándose de forma errática y solo querrán volver a los fantasmas de su pasado. Pero este hundimiento en el lodazal de la campiña inglesa tampoco puede evitar abundantes situaciones cáusticas absurdas con los paisanos del lugar. También los personajes secundarios (el tío homosexual, el camarero del pub, el cazador furtivo y el camello londinense) componen una galería caótica y simpática. Son muchas las risas amargas que impiden la desolación absoluta que podría causar la historia. Al fin y al cabo, el alcohol siempre lleva aparejado un componente gracioso de camaradería. Ese componente que en este caso provoca mi empatía. Conozco de toda la vida a estos dos perdedores que son "Withnail y yo".

Una película recomendada por un viejo compañero de épicas batallas dipsómanas no me podría defraudar. Los dos hemos librado muchas de esas batallas, pero aún nos quedan unas cuantas más.

¿Otro Gin Tonic?
¿O prefieres una copita de Jerez?
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30 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
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