Anna Karenina (1997)

Adaptación de la novela del escritor ruso Liev Nikoláievich Tolstói (1828-1910) del mismo título, publicada en libro en 1877, obra eminente del realismo literario, novela romántica adaptada con gran esplendor en esta ocasión. Primero y principal, la actriz protagonista, Sophie Marceau, (Anna Karénina) es una diosa en la pantalla, y también es muy bella la otra protagonista de las historias de amor de la película, Mia Kirshner, que representa a Catalina Aleksándrovna Shcherbatsky ("Kitty"). Estas dos mujeres iluminan las magníficas escenas de un muy bello filme del director Bernard Rose en paisajes rusos, impresionantes y exquisitas mansiones, y deliciosa música de Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893), "El lago de los cisnes", por ejemplo. Los personajes masculinos encarnados por Sean Bean (Vrosky) con el que Anna mantiene una relación adúltera, el marido de Anna y el marido de Kitty, están muy bien. La historia compara los destinos diversos de las dos mujeres en sus contextos sociales de la aristocracia rusa de la época y pone de relieve cómo se construye la felicidad y la desdicha. Una historia que no se puede dejar de conocer y un filme para ver.

Una gran historia que pese a su convencionalismo no pierde actualidad ni deja de encantar, no por nada se han hecho tantas adaptaciones de esta novela.

Aún desconociendo la obra literaria creo que es evidente que esta película no es muy efectiva en explotar el dramatismo de la trama. La mayor parte de las escenas son muy cortas, llevadas de forma a veces algo apresurada, el guión no permite que se tome su tiempo para desnudar las emociones y transmitir emotividad. Esto puede ser positivo para quienes no gustan mucho de la lentitud y la tranquilidad de las clásicas historias novelescas, el ritmo es ágil y la historia evoluciona constantemente. Muy notables todos los aspectos técinos que hacen que visualmente sea espectacular. En general, buena película pero de intensidad dramática algo desperdiciada.