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Un hombre llamado Ove (2015)

Un hombre llamado Ove
116 min.
6,7
5.362
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Disponible en:
Suscripción
Tráiler HD (SUECO con subtítulos en español)
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Sinopsis
Ove (Rolf Lassgård), de 59 años, es un hombre gruñón que ha perdido la fe en todo el mundo, incluido en él mismo; hasta que su visión negativa del hombre y la sociedad es puesta a prueba por una familia que se muda a la casa de al lado.
Género
Drama Comedia Vejez / Madurez Amistad Comedia dramática Comedia negra
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Suecia Suecia
Título original:
En man som heter Ove
Duración
116 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
2016: Premios Oscar: Nominada a Mejor película de habla no inglesa y Maquillaje
2016: Premios del Cine Europeo: Mejor comedia europea
2016: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de habla no inglesa
2015: 3 Premios Guldbagge, incluyendo Mejor actor (Lassgård). 6 nom.
8
Vida, amor y muerte
Al concluir la proyección, tuve que pensar en el poema ‘Si el hombre pudiera decir lo que ama’ de Luis Cernuda que no me resisto a citar casi en tu totalidad: “(…) Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien / cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; / alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina / por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, / y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu / como leños perdidos que el mar anega o levanta / libremente, con la libertad del amor, / la única libertad que me exalta, / la única libertad por que muero. / Tú justificas mi existencia: / si no te conozco, no he vivido; / si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.” Salvando las distancias, creo que encuadra con precisión el contenido de esta agridulce película sueca centrada en un entrañable misántropo tópico y gruñón, pero corroído por la pérdida de su único amor.

Quizás resulte algo simple, con demasiadas ganas de agradar y resultar simpática y hacerse querer a toda costa, pero la verdad es que conforme avanza su metraje consigue poner en pie el retrato fascinante de un cascarrabias enfurruñado, obsesionado con las reglamentaciones estériles y las prohibiciones arbitrarias, que tras su fachada de gigantón insociable esconde un corazón demasiado grande y quebrado como para permanecer en un mundo que le resulta ajeno e inhóspito tras la muerte de su adorada media naranja. Coquetea en varias ocasiones con el suicidio – sin que por ello la cinta pierda su tono ligero y amable – pero siempre hay algo o alguien que le impide concluir con éxito sus meticulosos preparativos. La vida parece querer brotar en los páramos más yermos.

Gustará a los que sepan apreciar el humor negro, a los que crean en la bondad intrínseca de todos los seres humanos, a los que no se avergüencen de sus buenos sentimientos y a los que no les asuste explorar la realidad como un tobogán que recorre, a una velocidad de vértigo, lo mejor y lo peor de cada uno y de sus semejantes. Quizás pueda irritar a los que se crean manipulados por el optimismo inquebrantable y radiante que desprenden las humoradas y extravagancias del ladino introvertido que las protagoniza, pero si uno se deja llevar por la propuesta, encontrará una modesta joya disfrazada de astuta bisutería.

Su aparente blandura no es sino un canto a la generosidad y ternura que nos reconforta y alivia durante nuestro breve peregrinaje por un valle de lágrimas incierto y resbaladizo.
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52 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un Hombre llamado Ove
En Un Hombre llamado Ove, Ove (Rolf Lassgård) es un viejo gruñón y antipático que solo quiere poder suicidarse para estar al lado de su recién fallecida mujer, Sonja (Ida Engvoll). Ella era la luz de su vida y no quiere vivir sin ella. Pero no es lo suficientemente habilidoso para conseguir llevar a cabo el suicidio ya que es interrumpido siempre en cada intento justo en el momento en que empieza a perder la conciencia. Son en estos momentos en forma de flashbacks cuando se nos revelan acontecimientos fundamentales y partes de su difícil vida que nos ayudará a entender su ira, frustración y pérdida. Además está demasiado ocupado peleando con sus vecinos y funcionarios del exterior como para morir todavía.

Nuestro protagonista tiene una especial inquina con la nueva familia que se ha mudado al lado, una mujer embarazada llamada Parvaneh (Bahar Pars), su marido y dos hijas, inmigrantes de Irán y con un sentido de la comunidad completamente diferente. Despedido recientemente de la empresa donde llevaba trabajando 43 años, y destituido como presidente de la Comunidad de Vecinos por su comportamiento extremo, Ove sigue vigilando el vecindario donde vive de arriba a abajo con patrullas realizadas a diario de forma puntual con el fin de hacer cumplir de forma escrupulosa las normas que rigen la Comunidad. Esto provocará continuas tensiones con sus vecinos.

Las escenas más profundas y divertidas de la película son los enfrentamientos de Ove con su embarazadísima vecina persa cuya sociabilidad y compresibilidad casi agresiva obliga al viejo gruñón a salir de su caparazón. El contrapunto físico existente entre ambos, Ove es alto, fuerte, de piel blanca mientras que ella es baja, delicada y de tez morena encuentra una cierta armonía con la obstinación de ambos. Al final desarrollan una química tan poderosa que Parveneh se convertirá de alguna manera en esa hija que nunca tuvo Ove.

Es una película agradable de ver con un tono tragicómico y sentimental, cuidadosamente equilibrado, muy envolvente donde contemplamos una profunda transformación espiritual de un hombre irritante con un carácter muy difícil que toma un nuevo camino para asombro de vecinos y personas cercanas a él. Observamos como Ove adopta a un gato callejero, salva a un hombre que cae en una vía de tren y permite a un camarero homosexual vivir con él en su casa después de que su homófobo padre lo echara.

La conjugación entre misantropía y el sentido del deber de Ove es parte del encanto de la película. No es una persona codiciosa sino más bien un hombre escandalizado porque su sentido rígido de la responsabilidad y la autosuficiencia no es igualada por el del resto del mundo a los que considera idiotas. Los flashbacks ayudan a enmarcar la psicología de Ove al tiempo que son utilizados para conseguir algunas lágrimas del espectador. Por poner un pero quizás se apoya excesivamente en clichés consiguiendo un desarrollo de la historia tan predecible que siempre ocurre todo aquello que uno espera que ocurra y justo cuando lo esperas.

Todas mis críticas en:
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45 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
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