Calle cabañas negras (1983)

Vale la pena ver esta película. Primero, por la preciosa fotografía, muy lograda sobre todo por el uso continuo y diverso de los colores anaranjados. Y, cómo no, por la historia que narra, sencilla pero emotiva y bien contada. Además, tiene un valor documental, por cómo narra la vida en la Martinica colonial, la explotación racial y económica de los blancos y la vida cotidiana de los negros en las plantaciones de caña de azúcar. Una película valiosa en varios sentidos.

Película extraordinaria, se trata de un drama conmovedor sobre un niño huérfano, inteligente y sensible rodeado de adversidades en un ambiente hostil de semi esclavitud de la Martinica caribeña a principios de siglo XX. Sólo la férrea voluntad de su única protectora, su abuela que se sacrifica por su futuro hasta la extenuación y la muerte, logran vencer los obstáculos y el talento del niño es reconocido y se deja entrever que existe un posible futuro para el joven y talentoso protagonista. La película fue rodada en la isla caribeña con personajes nativos no profesionales excepto el papel de la abuela que fue interpretado por una excelente actriz que fue premiada por su papel en el momento. Altamente recomendable