El regreso de la forastera (1933)

Después de apreciar esta encantadora película de King Vidor, es inevitable que, el personaje del abuelo Storr (al que con sumo encanto interpreta Lionel Barrymore), se nos quede guardado para siempre en la memoria, no sólo porque muchos hemos conocido a alguien así, sino porque es esa suerte de personaje contradictorio que, contra todo, conserva un corazón inmenso.

A mi me recuerda a Juan Pérez, un viejo cascarrabias al que tuve el privilegio de tratar hasta cuando falleciera y durante unos 15 años. Gruñón, explosivo, intolerante, capaz de dejar en ridículo a cualquiera… pero, al mismo tiempo, generoso como pocos, caritativo, comprometido con sus hijos y sus nietos, disciplinado con su negocio, y el tipo más divertido cuando estaba de buen humor. De seguro que había quienes lo odiaran, pero estoy seguro que éramos muchos más los que lo queríamos.

Barrymore, logra una recreación muy grata de un personaje debidamente matizado y Vidor aprovecha para mostrarnos, con él, su poca simpatía por las iglesias, su debilidad al caer en la trampa del cigarrillo, su fortaleza y entusiasmo por la vida que le permite seguir vivo a los 85 años, su convencimiento de que no se trata de vivir por vivir sino de vivir a gusto… y lo que me más me complace, esa impecable capacidad de dejarlo todo en orden, sabiendo a ciencia cierta quienes merecen su respaldo y quienes tan sólo merecen ser mandados al carajo.

Con ese sabor a tierra y con ese gusto a patria (pero, sin rancias tradiciones) que tanto exaltara Vidor, en buena parte de su filmografía, “EL REGRESO DE LA FORASTERA”, se desenvuelve con una magia deliciosa, pues nos regresa a aquellos tiempos en que la vida de campo (o de barrio) era harto satisfactoria por la calidad humana de nuestro vecindario, porque prodigarse era casi innato en cada coterráneo, y porque, eran muy pocos lo que perturbaban la paz y casi siempre se lograba controlarlos o desterrarlos. Con tales remembranzas, Vidor nos reconcilia con la vida, y nos muestra que, haciendo uso de la tolerancia, y con un sincero interés por prodigarse, se puede asegurar una vida en paz con la familia y con la comunidad.

Además de ese gran abuelo, Cyrus Storr, el filme también nos ofrece a otros personajes dignos del mejor recuerdo, especialmente Netti Crane (Irene Hervey), una especial esposa que confía, que sabe darse, y que pareciera esperar de la vida tan sólo lo que ella quiera darle… y será ella la que pondrá una barrera invisible que nos impedirá acoger lo que sucede a sus espaldas y que, felizmente, el universo y los personajes involucrados, tramitarán como debe ser.

La novela de Phil Stong, “The stranger’s return” (1933), adaptada por él mismo junto a Brown Holmes, fue el punto de partida para esta calificada película que, de nuevo confirma que, la de King Vidor, es una de las filmografías más sólidas que haya podido ofrecernos el arte cinematográfico.

Título para Latinoamérica: “EL RETORNO DE LA EXTRANJERA”