arrow

El profesor Aníbal (1956)

El profesor Aníbal
88 min.
7,0
72
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
En la Hungría de los años 30, bajo la dictadura de carácter fascista, el estúpido y cobarde profesor de secundaria Nyúl (Ernö Szabó), se convierte en héroe al haber rescatado fortuitamente una emblemática ave disecada tras un incendio en la escuela. Gracias al carisma adquirido, el claustro de profesores le encarga la tarea de escribir un ensayo sobre la figura de Anibal. Pero lo escrito, aun siendo un trabajo reconocido por sus colegas, no complace para nada a las autoridades lugareñas. Por ello, y bajo el influjo de la muchedumbre, sufrirá severas presiones y persecuciones, siendo arrastrado por los acontecimientos... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Años 30 Sátira Política
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Hungría Hungría
Título original:
Hannibál tanár úr
Duración
88 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Héroes asquerosos
A Zoltán Fábri lo conocen cuatro gatos que maúllan en húngaro o, a lo sumo, dejándonos llevar por la duda, alguno de ellos en ruso o en alemán. No en vano, solo Moscú y Berlín se rindieron en sendas ocasiones al arte del realizador nacido en Budapest concediéndole, respectivamente, un premio honorífico a su carrera y un Oso de Plata por una de sus últimas películas, curiosamente de nombre «Réquiem». No hay nada como estar a punto de morirse para ser reconocido.

Fábri fue un director de estilo clásico, notablemente influido en narración y enfoque de la historia por el realismo poético francés y por el neorrealismo italiano a nivel estilístico. Ambos conceptos, la crítica social cuasi documental y el fatalismo, pueden apreciarse en su filme «Professor Hannibal», aunque por encima de ellos, sobresale la sátira política de una manera tan aguda como descarada.

La historia es sencilla: un tipo corriente, bastante flemático y con escaso espíritu cuya única preocupación es dar a conocer mediante un artículo intrascendente las causas históricas de la muerte de Aníbal se convierte en el blanco de las iras del fascismo. Lo peculiar es hacia dónde nos conduce el director con el trasfondo de los hechos, donde el fanatismo, el nacionalismo, el conformismo y la manipulación se erigen en los héroes por excelencia de cualquier dictadura que se precie.

Absolutamente recomendable en estos tiempos que corren y que, por desgracia, seguirá siendo de rabiosa actualidad. Al fin y al cabo, ya ha pasado más de medio siglo del estreno de «Professor Hannibal» y podría haber sido realizado antes de ayer, igual que cualquiera de las obras de De Sica o de Renoir.
[Leer más +]
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Epaminondas amaba tanto la verdad que no podía mentir ni en broma.
354/31(29/10/22) Maravillosa dramedia húngaro, todo un descubrimiento por mi parte del director Zoltán Fábri, del que no hace mucho comencé a ver su filmografía con las estupendas “Match en el Infierno”, tras ello “Carrusel” y “El Bruto” (No confundir con la de Buñuel). Y he llegado a esta mordaz crítica a los totalitarismos, que con un ingenioso tono de comedia arremete contra lo fácil que es manipular a las masas con unos cuantos slogans manidos, ataca los abusos y opresión para hacer torcerse la verdad, la dignidad, la integridad, ello tenido en el centro a un pobre hombre manoseado por unos y por otros, y que intenta ser firme en sus convicciones, un Don Nadie profesor de latín de la escuela secundaria, Béla Nyúl, ‘preso’ de los vientos de ultraderecha patriotera, un personaje gris invisible que por un ensayo sobre la historia del general Hannibal y las Guerras Púnicas, es tomado en sus conclusiones como un enemigo de la pureza magiar, y pasa de héroe (por salvar de la quema a un pavo real disecado) a villano por mor de los caprichos de aspirantes a reyezuelos fascistas, la Batalla libertad de Expresión vs . Pre-Nazismo. Encarnado de forma magistral por Ernö Szabó, ejemplifica la inanidad y como su quixotesca personalidad puede crea grietas en la sociedad, tiene una evolución formidable, pasando por varios estados de ánimo. Además de dirigir, Fábri guioniza junto a István Gyenes, adaptan la novela satírica “La resurrección de Aníbal” de Ferenc Móra.

‘Fábri resucita a Hannibal después de su film “Carrusel”, estrenado ese mismo año 1956, porque, según dice, "a raíz de las convulsiones históricas que viví, me entusiasmó cada vez más el tema de la violencia contra las personas, lo insoportable de la humillación y la vulnerabilidad, y la necesidad de protestar contra ella casi se convirtió en una compulsión en mí". Quizás sea por esta protesta que el director, junto con el periodista István Gyenes y el dramaturgo Péter Szász, reescribieron significativamente la novela corta de Móra y crearon así la figura icónica de Béla Nyúl. El protagonista de Móra era un joven recién casado que miraba el mundo con confiada ironía y tenía en sus manos su destino. Fábri, en cambio, lo torna en profesor de latín, de mediana edad, que se ve atravesado por la política cuando “enfrenta la historia mundial, que la ministra de Cultura ha permitido para el cuarto grado de secundaria”. La película, estrenada en 1956, el mismo año en que tuvo lugar la fallida Revolución Húngara (en la que más de 2 000 civiles perdieron la vida a manos de las autoridades soviéticas y húngaras), podría interpretarse como una representación del creciente descontento de los húngaros con el Régimen comunista. El sistema educativo centralizado, la realidad de un solo partido…*spoiler.

La película está ambientada en Budapest durante la década de 1930, cuando Hungría estaba bajo el gobierno fascista del almirante Miklós Horthy. La historia sigue al profesor Nyul, que se traduce como Conejo, un manso e insignificante profesor de latín de secundaria cuyo apodo, el profesor Hannibal, proviene de su obsesión con la leyenda del gran general de Cartago. A través de una extraña secuencia de eventos, Nyul se convierte en el centro de atención del público como un héroe, pero las cosas rápidamente se salen de control de manera incontrolable y pronto los poderes políticos lo ven como una amenaza.

Comienza con un incendio en un colegio de secundaria provocado por unos torpes alumnos en clase de química. Para ir dando vueltas y giros constantes, en como el hombre gris es elevado a la fama por su ensayo sobre la muerte del cartaginés Hannibal (afirma no murió de envenenamiento, como se creía, fue víctima de un levantamiento en Cartago), descrita en la primera parte de modo jubiloso con la gente saludándole febrilmente por la calle, mientras vemos al profesor henchirse cual palomo, un orgulloso hombre que tiene su zenit en un delirante tramo cuando sueña con un encuentro en su apartamento con nada menos que con Hannibal. Pero a la mañana siguiente la corriente ha cambiado y lo que era fama ha vira a infamia, cuando unos aprovechados ‘politicuchos’ han querido hacer los paralelismos entre Hungría y Cartago, y ahora su idea sobre el fallecimiento del general cartaginés es vista como propia de un enemigo del pueblo.

Fábri compone con cincel puntiagudo un crisol de personajes extremos, como esa historia tangencial de la mujer del tabernero (adorable Noemi Apor) algo ligera de cascos a la que su marido no puede reprimir su sed sexual, mujer esta que siente respeto y afecto por nuestro profesor. Sobre todo, un panorama de seres donde reina la hipocresía y culto a la demagogia. Teniendo puntos álgidos dramáticos intensos, como es el encuentro que tiene con un comité que lo intenta presionar par ase doblegue y cambie su teoría, y como el profesor se mantiene firme ante el hostigamiento, reflejando con fuerza como el totalitarismo quiere homogenizar las opiniones y que ninguna se salga de lo prestablecido por las autoridades, todos borregos sin personalidad propia combativa; Esto mencionado es a las malas, pero luego tenemos el ir a por él a las buenas, o sea intentándole hacer ver los parabienes de rectificar, tendrá un buen y bien remunerado trabajo e incluso mujeres si cojea de esa pata, ello durante una noche ‘húngara’ de fiesta, por mor de su ‘amigo’ Muray (notable Zoltán Greguss), que lo mangonea cual títere; Y tenemos el muy simbólico rush final, sensacional en toda su escenificación en unas ruinas de castillo-fortaleza, como alegoría de las raíces magiares, antes tendremos al profesor yendo allí, donde hay un mitin político fascista donde él es chivo expiatorio, todos los totalitarismos necesitan de enemigos a los que echar las culpas de sus males. El profesor se dirige al lugar cual Gary Cooper en ‘Solo ante el peligro’ con orgullo y seguridad en sí mismo, a pesar de saber que es pim pam pum del ‘akelarre’ fascista... (sigo en spoiler)
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Más información sobre El profesor Aníbal
Fichas más visitadas