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Tusk (2014)

Tusk
102 min.
5,0
6.327
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Sinopsis
“¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular podcaster al que una serie de circunstancias ha llevado hasta la frontera de Canadá, donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa. Misántropo recalcitrante, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a Wallace su lado más “animal”. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Comedia Thriller Comedia de terror Secuestros / Desapariciones Asesinos en serie Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Tusk
Duración
102 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
True North Trilogy
Links
Premios
2014: Festival de Toronto (TIFF): Nominada a Premio del Público (Locura de medianoche).
2
Lo mejor es el Póster.
La Última pataleta pseudointelectual de Kevin Smith se titula Tusk (Tusk, 2014), un filme demencial que no hace más que atestiguar la caída artística de un director que si bien en los años noventa se pensaba de él que regeneraría el cine alternativo o Indie de los Estados Unidos con películas como Clerks (Clerks 1994), se encuentra en una caída en picado imparable.

Al igual que Red State (Red State, 2011), película por cierto mucho más inteligente, Tusk supone un giro tremendo (por lo menos aparentemente) en la carrera del cineasta. Habituado nos tenía a la comedia juvenil, con dejes de humor ácido pero sobre todo lleno de referencias Freaks a otros filmes míticos como la saga Star Wars O la de El Señor de los Anillos…¿En qué género se inscribe Tusk? comedia cínica? ¿Terror? Lo que parece es que Kevin Smith se ha retado con algún amiguete suyo con una frase parecida a la de “A que no hay huevos a…” y el director, que para chulo él, ha aceptado hacer el filme, aunque sea algo tan absurdo como lo es reconstruir una morsa a partir de un ser humano mediante un experimento digno del doctor Mengele. Sí, más o menos lo que ya anunciaba la bizarra The Human Centipede (The Human Centipede, 2009) del holandés Tom Six.

El argumento es el siguiente: Justin Long interpreta a un auténtico gilipollas que trabaja como Podcaster (un locutor de radio virtual). Decide realizar un viaje a Canadá para explotar un fenómeno Freak que está triunfando en la red, aunque cuando llega se entera de que ha fallecido. Para no gastar el viaje en vano, el personaje entrevista a un anciano con el que se encuentra por casualidad, que interpreta Michael Parks. Sin embargo, hay algo realmente oscuro en este personaje…

La Pregunta principal es ¿Qué pretendías Kevin Smith, con esta película? Aparte de asco, poco más nos ofrece Tusk. Como comedia fracasa estrepitosamente y los puntos cómicos son mínimos. Como filme de terror resulta nauseabunda pero poco terrorífica. Lo peor de todo es el discurso subyacente que encontramos en Tusk. A pesar de lo inmoral que resulta todo en el filme, el cineasta no se molesta lo más mínimo en justificar las acciones de su protagonista. Simplemente se divierte con una bizarra transformación, como sí el hecho inhumano que exhibe el filme (y Smith se recrea bastante en las imágenes grotescas de nuestro personaje siendo torturado) fuera gracioso por sí mismo. Pero no, no lo es, y la sensación que da la película es que trata de causar polémica aunque no haya ningún sustento detrás. Es cierto que las películas de Kevin Smith siempre se habían caracterizado por su inane trasfondo, por su oda a la banalidad y a la frugalidad de la vida, pero Tusk realiza un paso más allá, un paso extremo, convirtiéndose en una película totalmente nihilista.

No sé puede salvar nada de Tusk. Quizá la interpretación de Michael Parks, el único motivo por el que filme no se encuentra en el ranking de peores películas del año. Sin embargo, su interpretación queda contrastada con la de Justin Long, actor que sobreactúa de tal manera que estropea en parte el filme.

Además no hace falta ser muy listo para ver que hay multitud de secuencias que simplemente están incluidas en la película para alargar el metraje (si no fuera por estas secuencias seguramente no se llegaría ni a la hora de duración). Desde algún que otro flashback, pero sobre todo las sangrantes escenas en las que aparece el personaje interpretado por Johny Deep. No sólo es que su importancia en el filme sea totalmente nula, sino que su personaje provoca cualquier sentimiento contrario al que Smith busca con él (puede que sea un efecto cómico).

Sí que es cierto que hay algunas señas del cineasta reconocibles en el filme (lo que nos demuestra que las diferencias del filme con otras del cineasta no están en su esencia sino en la calidad de esta), como el diálogo que encontramos en el aeropuerto, cien por cien Kevin Smith, aunque sea una secuencia que demuestra un humor totalmente deslucido e insulso. Algunas gotas de humor negro perdidas en un mar que no pueden disipar la tremenda tortura que es ver Tusk.

Por cierto, una pequeña pregunta, ¿Por qué si estás encerrado con un psicópata que te ha amputado a una pierna y tienes poco tiempo para llamar malgastas tu tiempo en avisar a tu novia y a tu compañero, pero no a la policía?

http://neokunst.wordpress.com/2014/12/25/tusk-2014/
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67 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Como arruinar un buen planteamiento
A Kevin Smith le vino muy grande el traje de promesa indie con el que fue investido en la década de los 90, gracias sobre todo a su debut tras la cámara con "Clerks" (1994), excelente muestra de cine inteligente, imbuido del mejor espíritu social y cultural del momento.

Pasados los años, la filmografía de Smith se ha ido difuminando del todo a la nada, marcándose un par de bodrios infumables de la talla de "Una Chica de Jersey" (2004), o "Vaya par de Polis" (2010). Precisamente, esta última supone un punto de inflexión en su carrera, que básicamente le lleva a plantearse una reinvención, necesaria para poder volver a tomar el rumbo de su apagada estrella profesional.

Lo que nos lleva a 2011, y a ese rayo de esperanza que supuso "Red State", un trabajo satírico y contundente, que recuperaba la seguridad del realizador con un discurso renovado, que no necesitaba abandonar por completo su estilo original, lo cual resultaba doblemente celebrado.

En la búsqueda de mantener esa línea, Smith se refugia nuevamente en una historia de impacto, que como es habitual, lleva su rúbrica, y donde la mezcolanza de géneros, que transitan desde la comedia, pasando por el thriller, hasta el horror más explícito, dan forma a un extraño híbrido que en un principio provoca interés, pero que a medida que avanza desmadejando su hilo argumental, adquiere tintes absurdos, abrazando un ridículo espantoso y absolutamente irrecuperable.

De su reparto, conformado por un variopinto grupo de actores, que van desde Haley Joel Osment, el niño del sexto sentido o de Inteligencia artificial, ya adulto y con bastantes kilos de más, a la insoportable presencia de Justin Long, o a un Johnny Depp irreconocible, dando vida a un personaje absurdo, llamado a destruir las pocas esperanzas que le quedaban al film para resultar mínimamente recordable.

Sin abandonar el apartado actoral, mención aparte si merece la presencia de Michael Parks, que al igual que hiciera para "Red State", regala una composición plenamente convincente en la piel de Howard Howe, un ser desquiciado del que solo hay que lamentar, no tenga un protagonismo absoluto llamado a borrar de su metraje, el resto de decisiones erróneas que configuran el particular descenso a la negatividad que experimenta la cinta.

Resumiendo, "Tusk" supone una triste vuelta a las andadas de Kevin Smith, que escenifica la enésima gamberrada, ya casi imperdonable, de un realizador que un día tuvo en su mano ser uno de los referentes de toda una generación, y que tristemente, quedo en una promesa incumplida.



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