Adult Material (Miniserie de TV) (2020)

*Una comedia desenfadada que te congela la risa

Con un tono aparentemente desenfadado se inicia Adult Material, estupenda miniserie británica que nos acerca a los entresijos del cine porno. En la primera secuencia se nos muestra a la protagonista haciendo un directo en instagram mientras finge una masturbación en un túnel de lavado. Al mismo tiempo se come un bocadillo y hace compras caras por internet. La segunda secuencia nos muestra su llegada al set de rodaje donde uno de los actores no consigue tener una erección. Con un ritmo frenético y diálogos a toda pastilla, la serie se nos presenta como una comedia ligera sobre la industria del cine para adultos.

Sin embargo, la risa se congela y se tratan temas muy incómodos con esa misma naturalidad retratada con colores vivos y una fotografía luminosa. La llegada de una joven actriz inexperta al plató, sacará a relucir temas peliagudos como la manipulación, humillación y degradación que sufren las mujeres a cambio de unos cuantos dólares. El dinero rápido y la posibilidad de acceder a lujos impensables realizando otro tipo de trabajo, son reclamos suficientes para que algunas jóvenes que disfruten del sexo terminen trabajando en una industria que les exigirá mucho a cambio de mantener en ese nivel de vida.

*Jolene & Hayley dos mujeres en una

Adult Material tiene un personaje central muy potente interpretado por una majestuosa Hayley Squires. Es una veterana actriz porno llamada Jolene Dollar que se encuentra cerca de los 35 años, edad fijada para la jubilación de las actrices. Tras quitarse sus enormes pestañas postizas, vuelve a ser Hayley Burrows, ama de casa y madre de tres hijos. Intenta combinar y separar su trabajo de su vida familiar, aunque no siempre será fácil lidiar con eso. Resulta interesante ese planteamiento y ver la dualidad del personaje. A medida que los hijos crezcan será más difícil, especialmente cuando sus compañeros de clase descubran quién su madre. Su marido lo lleva mejor e incluso le ayuda en el negocio organizando sus redes sociales.

Pero la mujer guarda un secreto inconfesable, un trauma que incluso ella tiene casi olvidado en un rincón de su memoria. Se trata de un incidente que sucedió en sus inicios en el porno y que le produce un malestar que trastoca sus días. La nueva actriz de la que se siente responsable le trae a la memoria aquellos hechos cuando es obligada a realizar prácticas para las que no estaba preparada en su primer día en el porno. Todo eso desencadena en una serie de conflictos e incluso un litigio legal que será la trama argumental principal de la serie.

*Una parábola sobre el consentimiento y el abuso de poder

El juicio nos servirá para ser testigos de una parábola sobre el consentimiento en el acto sexual, pero también sobre el abuso de poder. Un tema muy en boga en la actualidad con el movimiento #MeToo y que aquí se trata sin condescendencia ni adoctrinamiento. Las actrices del cine para adultos deben firmar antes de cada escena un documento por escrito y grabar un vídeo para confirmar que no han sido sometidas a abusos de ningún tipo ni obligadas a realizar actos que no querían. Es un puro formalismo legal para evitar denuncias posteriores.

En realidad, el tema es mucho más complejo. Muchas de las actrices son chicas que apenas acaban de cumplir la mayoría de edad y buscan escapar de una vida con escasas posibilidades de prosperar. La fama y el lujo son muy golosos en una era donde el éxito se mide por el tamaño de la cuenta bancaria. Muchas de esas chicas acaban destruidas a los pocos años. Es interesante cuando la serie muestra la relación de la hija de la protagonista con su novio. La vida sexual de muchos adolescentes crece bajo el modelo de una sexualidad violenta y machista que ven en el Cine X. Algunos son incapaces de discernir entre lo que se puede hacer o no sin el consentimiento explícito del otro. Creo que es un tema sobre el que Adult Material debería haber profundizado más para enriquecer sus reflexiones.

*Conclusión

Adult Material es una miniserie británica, aclamada por la crítica, que nos desvela los entresijos del cine para adultos. Los cuatro capítulos de que se compone están escritos por Lucy Kirkwood y dirigidos por Dawn Shadforth. Se apuesta por un tono de comedia con aire desenfadado que, en realidad, esconde unas incómodas y profundas reflexiones sobre el abuso de poder. Ese abuso se puede extrapolar tanto a las relaciones sexuales como a obligar al otro a hacer algo contra su voluntad (la escena del juicio acaba siendo mucho más dolorosa que una agresión física).

La serie tiene mucho ritmo y los diálogos son tan vertiginosos como ácidos. La comedia a menudo se vuelve un drama que te removerá en tu asiento. Además de afrontar con valentía algunos temas de actualidad y de sacar a la luz otros de los que se habla poco relacionados con la industria del porno, es también un entretenimiento adulto muy recomendable. Lo mejor de la serie, sin duda, es la complejidad del personaje central y la actriz que lo interpreta, Hayley Squires (su presencia en el segundo episodio con el parche en el ojo tras contraer clamidia es verdaderamente impagable). Si te interesa indagar en la cara oscura de la industria pornográfica, también tienes en Filmin la posibilidad de ver la película Mope (Lucas Heyne, 2019), una visión aún más sórdida, esta vez, desde un punto de vista masculino.

Escrito por Daniel Farriol

Por un lado la narración me ha agradado, se hace amena, interesante y mantiene un ritmo que hace que no te aburras en ningún momento. Los personajes están bien construidos, la protagonista tiene su evolución o involución, como se quiera ver. Se nota que han estudiado a fondo el tema del porno para saber cómo son las dinámicas de grabación y el mundillo que hay detrás de las cámaras.

Pero el intento descarado de hacer una crítica feroz al consumo, a la industria, a lo que es el consentimiento y lo que no dentro de ese mundo me ha parecido algo artificial. Se nota que querian lanzar un mensaje digerido y elaborado para el espectador. No nos dan la oportunidad de formarnos nosotros nuestra propia opinión y lo teledirigen solo en una dirección. Podrían haber sido más ambiguos, más imparciales y más objetivos. Siento que han intentado manipularme. Seguro que la industria esconde muchas más cosas y se podría hacer una serie mucho más profunda y elaborada sobre un tema que genera tanta controversia.