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Alex of Venice (2014)

Alex of Venice
86 min.
5,7
260
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Alex (Mary Elizabeth Winstead) es una abogada adicta al trabajo que de repente tiene que aprender a rehacer su vida cuando su marido la abandona. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Alex of Venice
Duración
86 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
7
Sencillez
Primer mérito, la brevedad. El guión va al grano sobre una cuestión perenne, el desencuentro entre dos que creían amarse... para siempre.
Segundo mérito, aprovecharse del trasfondo de la calidad de El jardín del los cerezos, de Chéjov. Es el hijo, el niño de diez años que sufre por la separación de los padres el que, al ver la obra, dice que le llama la atención que hace cien años la gente tenía los mismos problemas. Sí, y hace miles de años.
Tercer mérito, la interpretación de Winstead, de una mujer entre inteligente y anodina.
Y todo son sencillez, sin aspavientos.
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5
Alex of Venice
Forzada a detenerse para pensar y respirar.

“¿Quién pondrá los filetes en la parrilla si tú no estás?”, pregunta clave que lleva a reflexionar sobre si realmente echas de menos a tu marido, o a ese amo de casa que lo mantenía todo en orden y en su sitio; sincera respuesta que provocará el descalabro y caos de una vida organizada sobre un pilar que no se sostiene por más tiempo pues, éste no sólo pasa sin detenerse, también cambia a las personas y, cuando no se gira hacia mismo lado, provoca un choque de direcciones que anula la conducción por inevitable colapso.
Enfrentarse a la sorpresa de un presente no asumido, aceptar una decisión ajena no digerida, intentar el malabarismo de un equilibrio que apenas funciona, cuestionarse prioridades, asumir riesgos, aventurarse de nuevo a un comienzo ya olvidado por una acomodada rutina que lo ponía todo muy fácil, hallarse como mujer, ejercer de madre, ser hija y hermana solícita, hacerse cargo de una vida con obligaciones y premios que hay que afrontar para disfrutar de ellos...
Chris Mesinna, en su primer trabajo, se lo toma con serenidad, madurez y espacio, sin prisas, ni sobresaltos, ni grandes hallazgos narra esa necesidad de hacer frente a los cambios imprevistos que se quedan sin permiso para marcar nueva ruta de desconocido rumbo, esa peliaguda odisea de empezar olvidando lo hecho pues es bonito recuerdo, ya en ese pasado inamovible, que reseña con firmeza ese futuro aún no disponible y abierto a todas las posibilidades.
Sencillez de registro, más unos queridos personajes que inspiran cariño, bonanza y devoción por su andadura y destino, es la marca de la casa; Mary Elizabeth Winstead acapara con humildad y eficacia la atención, suspiro y preocupación de su progreso interrumpido, ese desajuste temporal, de evidente desastre, que camina no se sabe dónde pero al que es grato y placentero esperar, seguir y curiosear sobre el mismo, arropada por un sobrio Don Johnson, entero y firme en su actuación, y por secundarios gustosos y cordiales que confeccionan un cuadro amable, atractivo y afectuoso.
Sociable presentación que gana tu querencia y simpatía con fluidez apta, comprensión y generosidad de una razón que envuelve sus pasos hacia esa nueva soltura que habilite el nuevo terreno; gusta con comodidad, se aprecia sin mareos, no es emotiva en profundidad, ni desgarradora en sus sensaciones, únicamente la naturalidad de un stop a la existencia llevada con esa madurez, después de necesaria insensatez y temporal desvarío, de desafiar con ganas y optimismo lo que sea que espere por delante.
Alex, abogada de causas pérdida, madre precipitada a los 19, esposa de un único amante, ambiciosa y gran trabajadora, lo que se propone lo consigue aunque, todo queda en el aire a la espera de esa meditación reflexiva que le permita volver a definirse como persona pues, una nueva Alex está en construcción, pendiente de instrucciones y de recobrar la confianza, el ánimo, empuje y seguridad de saber que todavía se es, y aún se está.
Acogedora, es complaciente y apetitoso pasar brevemente por su hogar y saber de ella; tenue visita que deja bello y agraciado recuerdo.
“¿Cómo voy a hacer esto sin ti?” “Ya lo haces.”

Lo mejor; la interpretación de su personaje principal y la calma de ritmo de un guión modesto.
Lo peor; se queda en superficie, sin indagación en emociones más fuertes y penetrantes.

lulupalomitasrojas.blospot,com.es
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