Cruz del Sur (2012)

Película humana, intimista y de sentimientos cotidianos que nos habla de la inmigración extranjera y su supervivencia en España; historia nada nueva en la que, sin mayores problemas, puedes ir anticipando lo que el personaje va a sufrir en su día a día y como se va a desarrollar la misma. Sólo que cuando se trata de una historia minimalista, donde lo importante es el personaje y su evolución -sin florituras ni adornos extras, expuesta totalmente la vida en todo su formato- éste debe estar muy bien creado, debe tener un contenido que atrape al espectador y te motive a seguirle en su andadura; y ahí, no se cumple del todo el pronóstico. El protagonista empieza muy bien, es atractivo conocerle y saber de su por qué pero..., en su aventura en España flojea un poco, pierde parte del carisma que tenía, amaina y se debilita en su caminar; amén de unos secundarios que también flaquean en su apoyo de toda la historia. Es un "si" pero lástima que no tenga un planteamiento más profundo, que muestre más entrañas de un interior que se queda únicamente en escaparate de mirar y no querer comprar. Te va perdiendo conforme avanza la historia, vas soltando las riendas de una cuerda muy bien tensada que ha ido descuidando su fuerza y nervio para acabar cediendo toda su resistencia, la cual no vuelve a recuperar. Una propuesta bien planteada pero no del todo acertada en su remate global.

Una película honesta y con tintes de carga emocional muy fuertes. Es cierto que el tema nos da para mucho. Pero es un viento fresco la forma y el desarrollo de los personajes y la historia. En especial el personaje de Maríano, que aporta el contrapunto de comedia a un trasfondo realmente triste y melancólico. Y es de agradecer el devenir entretenido y no apesadumbrado del film. Un entretenimiento que esconde en si una profunda carga emotiva
Gracias por no hacer un tostón más sobre la maldita crisis.Para mi, un descubrimiento honesto y sincero en una noche de viernes. Pequeña y humilde. Pero también honesta y profunda. Sinceramente, por no esperar nada, me sorprendió