I Think You Should Leave (with Tim Robinson) (Serie de TV) (2019)

-Crítica hasta la segunda temporada del programa-

El éxito de la segunda temporada confirma algo que ya se venía oliendo desde hace tiempo: el humor absurdo de internet ha llegado a Netflix, el mainstream absoluto de la televisión a la carta. Después de varios intentos fallidos, tanto en la televisión estadounidense como en la española, de trasladar el éxito de los contenidos online a la pequeña pantalla, parece que Zach Kanin y Tim Robinson han dado con la clave del éxito y del reconocimiento popular, y no sólo por contar con actores invitados que parecen haberse apuntado a un bombardeo.

"I think you should leave" coge una formula clásica conocida por todos, un programa de sketches de humor, pero llevándola más allá aprovechando la libertad creativa y un presupuesto notorio, pero bien escondido, para no quitarle esa sensación D.I.Y. tan característica. El sentido del humor del programa, a pesar de contar con actores millennials, está claramente dirigido al público gen Z. No hay demasiada diferencia entre la absurdez y crudeza de este programa con las de canales de YouTube que han marcado el humor de una generación entera, como, por ejemplo, SMOSH o Mr. Jagger respectivamente.

El programa te golpea en la cara con un humor incómodo, o como dirían los jóvenes,"cringe", del que duele, porque por muy disparatada que sea la idea del sketch de turno no puedes evitar pensar "tierra, trágame", como si estuvieras ahí de verdad; y ese es uno de los puntos fuertes del programa. Es una mezcla perfecta entre la incomodidad de The Office (US) y el ya mencionado Mr. Jagger, que nunca sabes por dónde va a salir gracias a la impredecibilidad de sus vídeos.

Ahora bien, del mismo modo que aplaudimos su originalidad y su capacidad para unir dos estilos humorísticos a priori contradictorios, también hay que admitir que muchas ideas no llegan a buen puerto y son directamente olvidables, o bien porque se alargan en exceso (como si tuviesen que rellenar tiempo y no tuviesen más ideas) y la punchline se repite en más de una ocasión o porque se exceden con los gritos, como si eso fuera a hacer más graciosa una escena.

Una serie con futuro incierto, ya que aún no se ha confirmado una tercera temporada, y al ser un producto con un estilo tan arriesgado y con esencia de acabar siendo una obra "de culto", perfectamente podría ser cancelada por Netflix en cualquier momento, ya que no les tiembla el pulso para cerrar producciones más populares y conservadoras. El tiempo dirá.