Malo para todos (1953)

La propuesta de I. Rapper -bajo guión de H. McCoy y de I. Wallace- puede resultar en algunos momentos poco sutil pero siempre exhibe una acendrada vocación social, psicológica y emotiva.
C. Heston y L. Scott llenan la pantalla con presencia poderosa y aportan su dotes de interpretación para el buen funcionamiento de la película junto a una gran labor del resto del elenco.
La fotografía es impecable, la ambientación seduce por su sencillez y el juego de las cámaras sabe crear ese componente mágico que el cine convierte en realidad.
Las tramas se imbrican entre sí con naturalidad, ofrecen perfiles bien definidos y el conjunto forma una película armónica de elegante factura y de indudable brillo cinematográfico.
Para retener en la memoria.

Merecedor de la Cruz de Guerra que le impusiera el gobierno francés por su heroísmo como piloto de la Fuerza Aérea Estadounidense durante la I Guerra Mundial, Horace McCoy (1897-1955), se haría luego periodista deportivo y esto lo combinaría escribiendo historias del género Pulp con las que tendría sus primeros éxitos, pues, en ellas había mucho de su propia vida. Entre esta, la más recordada es, They Shoot Horses, don't they? (1935), que, años después, Sydney Pollack, llevaría con mucho éxito al cine. Su primera novela negra, “Kiss Tomorrow Goodbye” (1948), fue también adaptada teniendo a, James Cagney, como protagonista… y así comenzaría una larga labor en Hollywood que lo tendría escribiendo nuevas novelas y un buen número de guiones para películas de género western, drama y otros.

Entre los títulos que se recuerdan con la firma de, Horace McCoy, podemos mencionar: “The Trail of the Lonesome Pine”, “Texas”, “Gentleman Jim”, “The Lusty Men”… y en 1953, junto a, Irving Wallace, adaptaría su propia novela, “Bad for Each Other”, y el guion quedaría en manos del talentoso, Irving Rapper, para que lo dirigiera.

En principio, éste drama-médico había sido un proyecto que compró el productor, Hal B. Wallis, incluso antes de que se publicara la novela, y la versión cinematográfica fue pensada para, Burt Lancaster y Patricia Neal, pero, por alguna razón, el proyecto no cuajó… y, Wallis, cedió entonces los derechos a la Columbia donde se eligió a, Charlton Heston, Lizabeth Scott y Dianne Foster, para encarnar los roles principales.

Licenciado de la Guerra de Corea, el médico-coronel Thomas Owen, regresa a Coalville, Pensilvania, donde es recibido con complacencia por sus amigos, y con fuertes reproches por quienes culpan a su hermano Floyd, de haber sido el causante de una tragedia en las minas donde él mismo murió. Mientras investiga estos hechos, en una fiesta, Tom, conoce a Helen Curtis –la hija del dueño de la mina- y ella -una bella mujer dos veces divorciada- se siente atraída por su carácter y se propone atraparlo… a ver si la tercera es la vencida.

Owen -de quien se tiene muy buena imagen como médico durante la guerra-, de pronto se convierte en médico de las señoras ricas que solo lo visitan solicitando píldoras, inyecciones de vitaminas, o deseando curarse una resaca… y su nueva enfermera, Joan Lasher, comienza a desencantarse, pues, no comprende cómo ha podido dejar de ser el médico consecuente que antes fue. Lo que se aviene pondrá a un profesional ante varias disyuntivas: ¿Casarse por amor o solo para asegurar su biene$tar?; ¿Reivindicar a su familia o dejar que las cosas pasen? ¿Limitarse a hacer dinero, “por nada”, malogrando su gran experiencia… o servir con su talento y conocimiento a aquellos que realmente lo necesitan?

¿Es verdad que, en medicina, la palabra ética es anticuada y que sólo es un negocio? A esto se dará respuesta en esta historia que se guarda apuntes muy interesantes frente al deber ser de la profesión médica. Habrá argumentos de ambas partes bastante respetables, pero, quedará bien claro que, dignificar el nombre y la profesión, tiene más peso en el mundo que cualquier otra cosa con la que puedan halagarnos.

Título para Latinoamérica: MÁS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS / El Avaro