Strong Island (2017)

Esta película es el homenaje de una familia a sí misma por la pérdida de un hijo y hermano. Como lo dice la sinopsis se basa en un caso en donde el asesinato de un joven negro no llega a ser enjuiciado por decisión de un Gran Jurado.

La directora es la hermana de la víctima y 22 años después del crimen realiza este documental, cuyo objetivo es francamente incierto. Producido y distribuido por Netflix aquí se narra apenas los sentimientos de una familia en duelo y no llega a dilucidarse las causas verdaderas por las cuales el caso fue desechado y la forma y el porqué de la existencia de los llamados “Gran Jurado”.

Largo (larguísimo) reportaje a la madre que habla en forma por demás pausada, lenta y soporífera, expresando su dolor. Aparecen también otras entrevistas a allegados que atestiguan la bonhomía del muchacho asesinado e infinidad de menciones a la opción sexual de la realizadora —que dicho sea de paso no le suma absolutamente nada a la obra(¿?)— quien, por otra parte hace la voz en off del relator en primera persona.

El interés público (no ya del caso en sí mismo, que podría dar para algo más sustancioso) de este documental a mí me parece que incumbe casi exclusivamente a la familia y que no ameritaba su distribución comercial. Humildemente sugiero que no se pierda el tiempo con este verdadero bodrio.

Terminando de ver “Short Island” (2017) de Yance Ford con Yance Ford, Harvey Walker, Kevin Myers, Lauren Ford, David Breen, Ed Boyar, entre otros. Documental nominado al Premio OSCAR en dicha categoría, que trata del asesinato del hermano del director, William Ford Jr., un joven docente afroamericano de 24 años, que el 7 de abril de 1992 fue asesinado de un escopetazo por un muchacho blanco, Mark Reilly, de 19 años; al tiempo que el director medita sobre el coraje de la familia ante el dolor y la discriminación, analiza el asesinato y el sistema judicial que permitió la impunidad del asesino; así, el documental cuestiona el miedo homicida y la percepción racial. El caso fue catalogado como “de defensa propia” y ni siquiera llegó a ir a juicio, Reilly alegó “defensa propia contra William”, que estaba desarmado en ese momento, y fue puesto en libertad; y la injusticia de cómo William se convirtió en el principal sospechoso de su propia muerte. El objetivo de este documental es humanizar a la víctima, y mostrarle a los espectadores el lado humano de esta historia, y poner el dedo en la llaga con el tema de control de armas. Por su parte, Yance es el primer hombre abiertamente transgénero en ser nominado para un Premio de La Academia, y el primer director abiertamente transgénero nominado para un Premio de La Academia; por lo que la película es muy personal, y no por ello de verse indiferente, lo que pasa es que es demasiado larga, y se desarrolla demasiado lento, con muchos puntos muertos que afectan la fluidez narrativa; tanto que hubo partes que hablaban sobre la lucha de la sexualidad del director, que es completamente irrelevante para la historia, o momentos sentimentalmente manipuladores, como enfocarse en la madre para luego enterarse que murió; sin embargo, el sentimiento y la creación de una atmósfera de zozobra, abandono y decepción se hacen sentir, y nos desafía a cambiar de mentalidad; pero queda como un documental de corrección política racial y sexual típica de Hollywood, ahora en partida doble, al ser un director transgénero, víctima del racismo. La conclusión que obtuve de esto: ¿Los blancos son racistas y las personas negras son víctimas? ¿Acaso de eso fue el tema? o ¿Cómo se mide la distancia de miedo razonable? ¿Cuál es el punto?
NO RECOMENDADA
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