Las salvajes en Puente San Gil (1966)

Para el que sienta curiosidad acerca de esta obra voy a tratar de orientarle algo por si le es de utilidad. Aparte de la certera sinopsis de esta web, no había más información y, vale, me arriesgué a verla. Esta vez mereció la pena.

Una modesta compañía de revista, mujeres casi todas, se dirige al pequeño pueblo de San Gil para ofrecer tres funciones, dentro de la gira que van realizando por otras localidades. Las ha contratado Edelmiro, (el célebre Valentín Tornos, Don Cicuta para los que le recordamos) el modesto empresario que regenta el cine-teatro del lugar.

Enteradas de la llegada de los comediantes, las fuerzas vivas del pueblo (señoras de bien) presionan a los notables para cancelar el "bochornoso" espectáculo, entre ellos al párroco, que nos permitirá ver a Adolfo Marsillach enfundado en una sotana.

Todo esto sucede en el periodo de fiestas con lo que, añadido a los festejos, los cernícalos del lugar se verán aún más alborotados por la llegada de las coristas.

No se trata de una comedia. Tras el primer acto, desenfado, cercano, simpático incluso, la historia va adquiriendo una tensión que anticipa su dramático final. Puestos a ser salvajes, no quedan nada bien los paisanos.

No hay un personaje central, la acción se reparte entre las artistas y los lugareños de forma dinámica y entretenida, no aburre, faltando Paco Martínez Soria, no hay patochadas ni disparates y, dentro de la extravagancia propia de la farándula, las situaciones y los diálogos resultan coherentes, interpretados por magníficos actores de carácter. Bueno, que no acaba aquí la cosa. Que además nos obsequiaran con algún número musical que, lejos de fastidiar, veremos con simpatía.

Si es aficionado al cine patrio pretérito, a la visita retrospectiva de lugares un día conocidos, le animo a pasar un buen rato con la visión de esta película injustamente olvidada.

Antes del grueso de su obra, centrada en Cataluña, y en la que se enmarcan al inicio de la Transición frescos históricos muy discutidos como "La ciudad Quemada" (1976) y la trilogía "Victoria" (1983), por los que fue más conocido, el catalán Ribas firmó como director en los años 60 esta notable 'opera prima' .

Basada en una obra de teatro del granadino Martín Recuerda que unos años antes había levantado cierta polémica en su estreno por sus elevadas dosis de crítica social, y lo airado y crudo de su estilo, la peli forma parte claramente de eso que se denominó entonces 'Nuevo Cine Español'.

Ribas ya contaba con experiencia en el medio a través de varias películas como secretario de rodaje y como ayudante de dirección, tarea esta última en la que estuvo nada más y nada menos que a las órdenes de Luis García Berlanga en "Plácido" (1961). Y se nota mucho en esta cinta en cuestiones como el uso del plano secuencia y la presencia multitudinaria de actores en el plano, aunque los resultados sean algo inferiores a los del maestro.

No obstante, y aunque todo lo que ocurre en la cinta se expresa de modo algo atropellado, con idas y venidas algo confusas por el pueblo al que llegan las artistas, la cinta es bastante buena, aunque quizá se disfrute algo mejor en segundos visionados, como ocurre también en las de Berlanga, para apreciar y percatarse mejor de los detalles que en el primero pueden escaparse.

Eso sí, en la película los personajes hablan con mucha frecuencia a gritos y todos a la vez, y no parece que eso le beneficie mucho. Pero es que parece que eso estaba ya bastante definido en la pieza para las tablas de Martín Recuerda.

Por lo demás, la historia tiene sus dosis de vitriolo para la época. Y al tratarse, sobre todo, de una critica a la hipocresía de las sociedades provincianas, guarda cierto parentesco con obras mayores que anteriormente realizara Juan Antonio Bardem como "Calle Mayor" (1956) o "Nunca pasa nada" (1963).

Lo que sí resulta algo complicado para introducirse en ella, dada nuestra forma convencional de ver películas, es la falta de protagonistas bien definidos y subrayados al tratarse de una historia muy coral, si bien también es cierto que el personaje de Rosa (Elena María Tejeiro), la chica del pueblo algo soñadora y con ganas de huir de aquel entorno opresivo es quien termina acreditando tal condición.
(sigo en Zona spoiler)