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El idiota (1951)

El idiota
166 min.
6,8
1.280
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free
Sinopsis
Adaptación de la novela homónima de Dostoievski. Kameda, condenado a muerte por crímenes de guerra, en el último momento se salva de ser fusilado. La conmoción le provoca durante cierto tiempo fuertes ataques epilépticos; pero, al mismo tiempo, se produce en él una profunda transformación que algunos consideran "idiotez", pero que no es más que sencillez, bondad y una gran capacidad de amar. En un viaje a Hokkaido conoce a la joven Taeko. Cuando Akama, su enamorado, descubre que ella quiere en realidad a Kameda, no podrá dominar sus instintos asesinos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Hakuchi (The Idiot)
Duración
166 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Fiódor Dostoievski
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8
EL SANTO EPILÉPTICO
En “El Idiota”, Dostoievski quiso dibujar un ideal de hombre positivo, excelso, de alma pura e inocente, abierta y compasiva, sin cerrazón egoísta.
Con el príncipe Mishkin cuajó un arquetipo como el Quijote, Don Juan, Hamlet o Edipo. En la tradición rusa de los ‘iurodivi’, los locos santos, Dostoievski le situó al final de un linaje aristocrático cuyo refinamiento contrastaba con la corrupción de una nobleza entregada al afán de lucro. Enfermo de epilepsia, el antiguo ‘mal sagrado’, antes de regresar a una vida normal había pasado varios años en un sanatorio suizo. Ya en el tren coincide con un joven temperamental y violento, el primero de los personajes apasionados que lo buscarán como testigo de sus inflamados actos; que lo reverenciarán, detestarán, amarán y odiarán por celos, en un constante vaivén de turbulencias muy apropiadamente comparable a una montaña rusa.
Dostoievski conocía en primera persona la epilepsia y supo transferir a su personaje el momento singular de la enfermedad, los culminantes instantes de lucidez previos al ataque, semejantes a un éxtasis o iluminación, y también la terrible fragilidad por la vecina locura.

Aun siendo larga la película (hay dos versiones, y la breve dura casi tres horas), Kurosawa sintetizó mucho el argumento, repleto de incidencias, y reflejó con acierto lo esencial, si bien el perfil del protagonista sufre radicales modificaciones: no es un exquisito príncipe ruso sino un soldado japonés, Kameda, que tras la IIGM es devuelto a casa desde un hospital americano. El trauma de un simulacro de fusilamiento le provocó epilepsia y lo volvió aparentemente idiota, en el sentido de inocente y falto de malicia más que en el de deficiente.
(Este detalle del fusilamiento fingido lo tomó Kurosawa de la vida de Dostoievski quien, como prisionero político, padeció la experiencia y sufrió por ello la enfermedad epiléptica de por vida.)
Ya en el tren, Kameda va encontrando a los equivalentes japoneses del reparto novelesco: el ya mencionado joven temperamental, la cortesana que esclaviza corazones, los parientes influyentes, el secretario bobo de solemnidad, el burócrata servil, la joven de espíritu ardiente… personajes todos que abren el alma en llamaradas emocionales.

Kurosawa, el más occidental de los directores orientales, busca un terreno común a ambos mundos. Rusifica el paisaje, un insólito Japón bajo nieve continua por el que se circula en trineo, y añade corales eslavas y pasajes de Mussorgsky. La devoción por John Ford es patente al describir la vida familiar. La madre parece estar prestando colaboración desde cualquier película fordiana.
Lo oriental es perceptible en el ritmo parsimonioso. En consonancia con las tormentas pasionales, hay circulación e intercambio de miradas que se prolongan durante minutos, con carga eléctrica.

El ahondamiento del director consigue mostrar palpitante ese corazón puro que despierta en los demás la conciencia de que la bondad no es una quimera.
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41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Dostosawa, una excelente y peligrosa combinación
Supongo que hay que tener mucho valor para adaptar una obra de Dostoievski, hay que ser Kurosawa para atreverse con una obra de tal envergadura, y hay que ser un genio para que el resultado final sea aceptable.

No parece nada sencillo trasladar a la pantalla un personaje como el de Kameda (Masayuki Mori), una persona extremadamente bondadosa, tan bondadosa que parece idiota a ojos de los demás, tan bondadosa que incomoda a la gente que le rodea porque deja al descubierto las miserias ajenas y el egoísmo de los humanos. De hecho, creo que Kurosawa no lo consigue del todo, pero en cambio crea un personaje contrario a todos, y que al menos deja ver que el menos idiota de todos es el mismo Kameda.

"El idiota" es un film que crea multitud de sensaciones diversas, las mismas que despierta Kameda en sus relaciones con Taeko (Setsuko Hara) y Ayako (Yoshiko Kuga), las dos mujeres a las que ama, y con los pretendientes de ambas, entre los que se encuentra su amigo Akama (Toshiro Mifune). El film está dividido en dos partes, entre las que destaca la primera de ellas. Me ha gustado especialmente la música que ha usado Kurosawa en su film, ya que le daba el contrapunto perfecto a un montón de escenas que dejaban sin habla. Las actuaciones de la gran mayoría de los actores también ayudan a que "El idiota" sea una película potente.
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20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
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