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De todo corazón (1998)

De todo corazón
112 min.
6,8
407
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Trailer (FRANCÉS)
Premios
1998: San Sebastián: Gran Premio del Jurado
"Excelente guión, que no abandona el tono realista, pero delicado, avanza sobre el fondo social del momento"
[Cinemanía]
"Obra maestra"
[Diario El País]
4
4
Positiva
0
Neutra
0
Negativa
7
Visión con ojos de una adolescente soñadora de la dura realidad de los barrios obreros marselleses
Film realizado por Robert Guédiguian ("Marius y Jeanette", 1997). Escrito por el propio Guédiguian con la colaboración de Jean-Louis Milesi, se inspira en la novela "If Beale Street Could Talk" (1974), del americano James Baldwin. Se rueda en exteriores de Marsella y en plató. Gana el Gran Premio del Jurado de San Sebastián. Producido por Gilles Sandoz, se proyecta por primera vez en público el 7-IX-1998 (Toronto Film Festival, Canadá).

La acción tiene lugar en Marsella y Sarajevo, a lo largo de unos 6 meses, en 1997/98, con "flashbacks" explicativos. Clementina "Clim" Patché (Laure Raoust), de 16 años, conoce desde niña a François "Bebé" Lopez (Alexandre Ogou), de 18 años, hijo adoptivo, de color. Siempre se han profesado gran simpatía y han compartido juegos, paseos y conversación.

El film amalgama drama, comedia y romance. Analiza la historia de una pareja de adolescentes que viven sometidos a la dura presión de las actitudes racistas que informan una parte de su entorno social y afectan a algunos policías. Se ven enfrentados, además, a la fuerza devastadora de la droga, el paro, el paro encubierto, la semiocupación, los trabajos marginales, la falta de recursos y la ausencia de expectativas. Añaden dramatismo actitudes escapistas, de autoengaño y opciones a favor de falsas apariencias, de algunos mayores, que dificultan la afirmación de reacciones (personales y colectivas) responsables y racionales. Por otro lado, la ignorancia, las deficiencias de la información disponible y la falta de ejercicio de las habilidades personales, dificultan el despliegue de mecanismos de defensa y superación. Pese a todo, el amor profundo de pareja, las urgencias colectivas, la conciencia de que los problemas de la marginación y exclusión son colectivos, y otras circustancias, permiten tal vez no perder toda esperanza. La película muestra con fruición la amalgama de etnias y creencias que ocupa los barrios periféricos de las grandes ciudades europeas. Aporta un interesante viaje a Sarajevo, derruido visualmente por la guerra, como oportuna imagen de contraste para la reflexión.

La música incluye fragmentos de los nocturnos 1, 2 y 3, de Liszt, a los que añade canciones populares americanas ("Baby Let It Be", "Beale Street Blues"), francesas ("Te de homme", "Avec le temps") y magrebíes ("Ana el owerka", "Qum tara"). La fotografía se enmarca en escenarios de color pastel, hace uso de primeros planos psicológicos y apuesta por una estética realista que no evita planos escalofriantes (vertedero). El guión envuelve la historia en un clima sesegado, que corresponde a la visión ingenua y soñadora de Clim. Las interpretaciones son correctas. La película atenúa, sin ocultarlas, las aristas más dramáticas de una realidad alterada por el racismo de algunos, y el paro juvenil, la droga y la deseperanza de muchos.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Con una textura bien escogida
Si se tiene en cuenta los temas que trata, sin envoltorios, escritos y dichos tal cual son, es raro que no se haya realizado un melodrama familiar con lágrimas en cada esquina. Sin embargo el camino que se escogió es otro bien diferente al que dictaba la lógica. ¿Qué manera es la normal de explicar cuestiones como el racismo, el alcoholismo, la marginación, la exclusión o el paro?; describir una realidad así es triste, como explicar que tu mujer es una adicta a la religión y ha huído de ti para pertenecer a un Dios que siempre responde a los problemas con silencio.

No es fácil vivir en los suburbios, no debe serlo para nadie, como debe ser un drama de tomo y lomo ser acusado injustamente de violación. El gran acierto de "De todo corazón" es obviar la realidad, de la que ya formamos parte y conocemos sobradamente, para enseñarnos que los problemas se pueden tratar de manera distinta. Puede que las cosas jamás sean así: no vamos a encontrarnos jamás un casero judío tan enrollado que hasta te deja no pagar el alquiler si estás en apuros, por no hablar del taxista bosnio que se porta tan bien con su cliente o los padres que aceptan tan bien que su hija de dieciséis años se presente en casa con un bombo como si nada, sin gritos ni amenazas ni rencores. Ojalá la vida fuera así, con problemas, pero vistos así.

¿Habrá a quien no le guste tanta bondad?; estoy seguro de ello. No es por nada que la película es francesa... por una vez hay que aplaudir gestos así. Ver una familia que se llevan tan bien da gusto, como tener la certeza que su sufrimiento y su lucha no quedarán en nada.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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