City of Ghosts (2017)

No se comprende esta ola de violencia desatada por el fanatismo, como dato meramente anecdótico señalar esa imagen del niño de unos 5 años que en medio de la corriente de adoctrinamiento a la que el pueblo está sometido aparece con un cuchillo simulando la decapitación de su osito de peluche. E instantes después toda una prole de jóvenes también niños siguiendo a uno de los caciques de este movimiento mientras corren y alzan la voz con vítores fanáticos. Todo parece un juego, si no fuera porque lo que claman estos infantes es muerte y destrucción. Hasta sus facciones parecen haberse transformado dando lugar a una crueldad y pérdida de inocencia que estremecen. Es la secuencia que más me ha impactado. Atrás inmolaciones de todo tipo, bombardeos, persecución, ardides verborréicos de ostentación al terror y unos personajes que poco pueden hacer mientras van dejando atrás cadáveres. La escena de Berlín en la que se encuentran los pocos refugiados que hay y que asisten a una manifestación para hacer visible la devastación de su país es demencial. Se encuentran allí con una manifestación paralela y para lelos de Neo Nazis que pide su deportación. No entraremos en conflictos internacionales, en el cómo se sustenta este demoníaco ISIS, ni tampoco en cuál es la controversia que se da para que aparezcan este tipo de entidades humanas o a qué responde su idiosincrasia. Lo que se puede ver en este documental es real. Está libre de toda justificación. Es tan solo una muestra más de lo frágil que es el alma humana y su susceptibilidad a corromperse. Yo escribo esto desde Occidente, sé que detrás de todo hay intereses económicos y comerciales muy por encima que permiten, consienten y alimentan estas barbaries. Por qué estamos tan muertos y podridos por dentro? Como ejemplo antagónico al menos poner a este hombre, este personaje que nos ha posibilitado este marco de reflexión. Un periodista que creyó firmemente en la premisa de que siempre será más poderosa una pluma que un arma. Y si esto es así y sirve de algo, entonces, sigue valiendo la esperanza para con nosotros. Aunque la lucha nunca termine.