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La belleza de las cosas (1995)

La belleza de las cosas
128 min.
6,9
2.276
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Escena (VOS español)
Sinopsis
En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, Stig, un joven de 15 años, comparte con sus compañeros de clase el interés adolescente por los misterios del sexo. Pronto descubre antes que nadie algo que no comparte con ellos: tiene un affair con su profesora, Viola, que está casada con Kjell, un vendedor ambulante de lencería. Kjell, que se apoda a si mismo Frank porque vende más, es amante de la ginebra, de Beethoven y de Mahler, y aunque está enamorado de su mujer, ocasionalmente también le es infiel. Al tiempo que tiene sus encuentros amorosos con Viola, Stig desarrolla una fuerte amistad con Frank. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Adolescencia Años 40 Enseñanza Colegios & Universidad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Suecia Suecia
Título original:
All Things Fair (Lust och fägring stor)
Duración
128 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Suecia-Dinamarca;
Links
Premios
1995: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1995: Premios Guldbagge (Suecia): Mejor película, director, actor de reparto. 2 nominaciones
1996: Festival de Berlín: Oso de Plata - Premio Especial del Jurado, Premio Ángel Azul
Aclamado drama que relata la historia de un joven adolescente que vive un romance con su profesora, una mujer casada.
[FilmAffinity]
"Film delicado, emocional, de romanticismo agridulce y final sin concesiones"
[Cinemanía]
3
2
Positiva
1
Neutra
0
Negativa
7
Bella historia sobre la maduración afectiva de un adolescente
Última obra de Bo Widerberg, en la que interviene como director, guionista y montador. Se rodó en exteriores de Malmoe (Suecia) y en plató. Obtuvo el Premio Especial del Jurado de Berlín y el Gran Premio de la Academia Europea de Cine. Fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

La acción tiene lugar en Malmoe, en 1943, a lo largo de un curso escolar. Narra la historia de Stig Santesson (Johan Widerberg), de 15 años, estudiante de último curso de primaria, que comparte con sus compañeros la curiosidad por el sexo. La nueva profesora Viola (Marika Lagercratz), de 37 años, le impresiona por su belleza. Invitado por ella, acude a su casa, donde inician una ardiente relación sexual, que le devuelve a ella la ilusión por la vida y le descubre a él la práctica del sexo. La progresiva maduración de Stig le aleja de Viola.

La película desarrolla una historia de sexo entre Stig y su profesora. Él busca iniciarse en la práctica del sexo a cargo de una mujer que le inspira confianza y seguridad. Ella desea aliviar la insatisfacción de un matrimonio con un alcohólico, que viaja demasiado y que presta más atención a Beethoven y Mahler que a ella. Stig descubre, además, la ingrata realidad de la vida de los mayores, en la que abundan decepciones, insatisfacciones, frustraciones y egoismos. De la mano de Kjell (Tomas von Bömsser), marido de Viola, que consiente los encuentros furtivos de la esposa, Stig descubre la belleza de la música clásica, especialmente la de Beethoven de última época (cuartetos y fugas) y de Mahler. La muerte del hermano mayor le hace descubrir la fragilidad de la vida y el dolor por la pérdida de su referente de infancia. Gracias a Lisbet (Karin Huldt), compañera de colegio, vive una experiencia de sexo con una muchacha de su edad, que le resulta muy satisfactoria y muy diferente de la que le ofrece Viola, presa de apetitos compulsivos. Una experiencia de sexo impuesto bajo amenazas completa su periplo iniciático y le abre las puertas de una joven madurez, en la que él va a ser el protagonista de sus propias decisiones.

La música ofrece fragmentos de Händel ("Lascia ch'io pianga", de la ópera "Rinaldo"), Bach ("Pasión según S. Mateo"), Beethoven (cuarteto de cuerdas nº 13), Mahler (sinfonía nº 5), Brhams ("Requiem"), a los que añade la canción de la época "Boogie Woogie Bugle Boy". La fotografía hace uso de magníficos claroscuros de fuerte contraste y gran belleza. La edición opta por la consición, en ocasiones lacónica, de las escenas y una hilación sin fundidos ni transiciones. El guión cuenta una historia centrada en el proceso de maduración afectiva de Stig. Las interpretaciones son correctas y convincentes. La dirección traslada al relato elementos autobiográficos llenos de calidez.

La película narra una interesante historia sobre la maduración emocional y afectiva de un adeolescente, que se contrapone a otra de descontrol y decadencia.
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42 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La efímera belleza de las cosas
Carpe diem, coged las rosas mientras podáis… Porque la dorada juventud es muy breve, y no ya la juventud cronológica y biológica, sino la espiritual, ese lapso pletórico de bonanza y plenitud en el que todo se confabula: la lozanía física, las facultades en ebullición, las hormonas reclamando su imperio de placer y aventura, la dulzura de unas horas que se deslizan inadvertidas, benignas, magnánimas todavía, sin haberse transformado aún en crueles verdugos de un tiempo ingrato que se escapa demasiado deprisa.
En ese momento detenido, la vida ríe, los astros cantan, el cielo te aguarda con su promesa de deseos tocados con dedos exploradores, curiosos, ávidos.
Pero qué poco dura. Después, el momento ha pasado y el paraíso ya se ha deslucido, las plantas se secan y amarillean, el cielo se vuelve de un gris tormentoso y descarga su lluvia furiosa a rachas, las horas se quitan el velo de seda y se revelan como ásperos verdugos del tiempo.
La fuente del placer desaparece y llega el castigo.
Así es la pubertad de Stig, que a sus quince años conoce cielo e infierno en rápida sucesión, descendiendo a lo más alto para caer brutalmente después, cuando los sinsabores y penas se imponen y le arrebatan su dorada juventud.
Qué luminoso es su rostro entre tanta mediocridad, qué exaltados sus sentidos entre la frialdad de la medianía. “Mediocridad”, esa palabra que él busca en el diccionario para estar más minutos a solas con su maestra, es la representación de un entorno no acorde con la hermosura del corto período de sus preciosos quince años. Ahí está el abatido marido de ella, un hombre derrotado digno de lástima; la guerra europea que amenaza de muerte a su adorado hermano Sigge; su casa, donde no sobra el dinero y el padre no es un dechado de afabilidad; y el espejismo del amor erróneo, más perjudicial que beneficioso.
Cuando sea mayor y pueda ver las cosas con perspectiva, tal vez Stig recuerde aquellas caricias con una mujer mayor como el tesoro que hizo detenerse las horas y concederle una tregua en la batalla del tiempo.
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23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
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