Life Is But a Dream (2013)

Beyoncé, que en su última gira obliga a que el papel higiénico sea de color rojo y prohíbe a los fotógrafos profesionales de los diferentes medios de comunicación tomar fotos de ella en sus conciertos, se apunta como Justin Bieber (Never Say Never) o Katy Perry (Part of me) a la moda de producir un documental sobre ella misma. No son los únicos, hace unos años Mick Jagger, Robbie Williams o Victoria Beckham también sacaron los suyos para demostrar qué cantante británico famoso tenía el día a día más divertido. Ha habido muchos documentales de este tipo y por descontado habrá más.

¿Dónde está el riesgo? ¿La dificultad? ¿El mérito? Estrellas multimillonarias que lo han conseguido todo a nivel profesional y personal se lanzan a producir un DVD que parece ser una maniobra de complacencia que dora todavía más unos egos ya de por sí mimados. Los millones de fans que los idolatran van a verlo porque ya son una marca y porque van a descubrir algún supuesto aspecto insólito o desconocido pero no nos engañemos, no va a haber ni un ápice de autocrítica o de dificultad, ni tampoco algo de relevancia social.

Lo divertido sería que unos periodistas independientes sacaron los platos sucios o que un director de calidad diera su visión. Es una apuesta segura, un movimiento sin riesgo. Creo incluso que estas superestrellas no deberían hacer estos DVD, es mejor quedarse con su trabajo y si quieren aclarar algo pueden dar una entrevista en exclusiva o ya habrá extras de sus conciertos en directo. Muchas veces sólo se aprecia superficialidad.

Beyoncé muestra imágenes de su niñez, en un sofá relajada habla del negocio de la música, de sus padres, hijo, marido, canciones, amigos, se ve alguna imagen en exclusiva procedente del archivo familiar y de un lugar privilegiado en sus conciertos, se centra también en gran manera en su embrazo e hijo, es un documental corto que incluso produce momentos de bostezo a pesar de que soy fan de Beyoncé.

Cualquier detalle se aprovecha para hacernos ver que su vida no es tan glamurosa pero no convence, prefiero ver un concierto suyo que este documental que parece más un capricho para decirle al mundo que Beyoncé es humana y ha formado una familia que una obra sólida.

¡Cómo se echan de menos los DVD de Madonna en su juventud!