El cortador de césped 2 (1996)

Hace pocos días vi 'El cortador de césped' y no me pareció una mala película (visioné, eso sí, el montaje extendido y si eso era todo lo mejor que podía dar, no me quiero imaginar como era el montaje de ciento cuarenta y algo minutos) con la presencia del carismático Pierce Brosnan, unos efectos especiales generados por ordenador decentes para la época y un mensaje sobre los peligros de la tecnología. Inevitablemente, una secuela podría llegar por el éxito del filme y así fue en 1996; eso sí, sin casi nadie repitiendo en la secuela. Solo Austin O'Brien.

Esta secuela empieza por donde terminó la original y la contradice un poco con el personaje de Jobe, cosa innecesaria porque el final en sí estaba en bandeja para seguir sin tocar nada más. Quitando eso, esperaba un bodrio y mi sorpresa ha sido encontrarme con una decente secuela. Es verdad que muchos actores no han repetido sus roles aquí y que el guion no tiene tantos matices como la película de 1992. Aun así, se nota que se tomaron la producción en serio intentando sacar el mejor resultado posible.

Como principal reclamo está Patrick Bergin, un actor con cierto estatus en los 90 gracias a trabajos en 'Durmiendo con su enemigo', junto a Julia Roberts, o 'Juego de patriotas', con Harrison Ford. Bergin no es Pierce Brosnan y con él no se llena la pantalla como se hacía con el actor que luego fue James Bond. Se nota que es el mejor del reparto junto al mencionado O'Brien, pero ya está. En este aspecto se salva porque Bergin, O'Brien y los demás están decentes. Un poco sobreactuado el reemplazo de Jeff Fahey como Jobe, aunque nada realmente grave.

En el terreno de historia y guion aparece la contradicción con el filme anterior y, por lo demás, se trata de una obra entretenida que no aporta escenas lamentables como se podría esperar de una secuela con gente de menor nivel y mantiene una cierto interés en el desarrollo de los acontecimientos. Tira mayormente de la acción y poco margen deja para comedia o drama (se podría haber metido más drama cuando se desarrolla en un Los Ángeles que ha conocido mejores días), mas consigue entretener al respetable con los personajes yendo de aquí para allá para impedir al jardinero dominar el mundo.

Nada más a destacar de esta segunda parte. He tenido la suerte de no encontrar una basura infecta y dura lo justo y necesario; sin ser un visionado inolvidable, puedo darme con un canto en los dientes.