Tuya para siempre (1932)

Dorothy Arzner fue una de las escasas directoras de la época clásica de Hollywood -otra fue la actriz Ida Lupino-. En la veintena de filmes que llegó a realizar -fundamente para la Paramount- supo ganarse el respeto de sus colegas con películas como este melodrama “precode”, uno de los primeros en tratar con cierto realismo el problema del alcoholismo, con buenos diálogos, personajes creíbles y ligeros toques feministas, protagonizado por Frederic March y una excelente Silvia Sidney en torno a un periodista que conoce a la hija de un millonario con la que acabará casándose, a pesar de la oposición de su padre. El alcoholismo de él generará enormes problemas a la pareja, pese al gran afecto que se tienen, pero su inseguridad en el trabajo, así como el reencuentro con una amante del pasado, dificultarán aún más la relación. Buena dirección de actores y brevísima aparición de Cary Grant para una muy interesante película.