Atrapada (Serie de TV) (2018)

Trasladar los estándares del melodrama tradicional, acartonado y rutinario, hacia un formato menos básico es una labor arriesgada que las nuevas empresas emergentes de televisión del sexenio continuaron en la búsqueda de su propia audiencia. De está manera romper con el cliché de la desprotegida cenicienta, es tan inusual como que la protagonista aquí, es una hábil y calculadora ladrona que ha quedado bajo el fuego cruzado entre dos familias empoderadas que buscan el control en el contrabando de armas.

«Atrapada», en efecto, tiene mucho del melodrama como su peor antecedente, del cual se zafa un tanto por una trama ciertamente indescifrable que retoma la corrupción y la impunidad como eje para conducir a sus personajes entre la línea de lo justo y la criminalidad. El guión establece una interacción entre sus personajes de mucha toxicidad, que quebranta por completo el concepto de la familia tradicional con alcances insospechados para perpetrarse en el poder y los negocios.

A Mariana y a sus hermanos los han dejado huérfanos por el homicidio de sus progenitores, las circunstancias la llevarán a ser adoptada por un ladrón de alto nivel que hará de ella su aprendiz y su compinche. Al tomar la decisión de retirarse, Mariana, en su último golpe fracasará en su nuevo golpe, al toparse con Carlos Alberto Herrera, un acaudalado empresario sin miramientos a la hora de tomar venganza. De está manera tomará la libertad de ésta y sus hermanos como una represalia ante la burla de la joven, que lo ha estado burlando y conseguir la pieza que le encomendaron obtener.

No obstante, la habilidad de Mariana para la negociación le permitirá ganar tiempo para recuperar su libertad y la de su familia al proponerle infiltrarse en la vida de los Vargas, la otra familia que busca arrebatarle a los Herrera el poder que tanto han peleado desde tiempo atrás. De está forma, la joven surfeará entre tiburones, donde la presa puede ser ella en cualquier instante.

Con una dirección correcta y un gran trabajo interpretativo de Verónica Merchant y Camila Selser con dos personajes de mujeres empoderadas e inescrupúlosas —Daniela Vargas y Brenda Herrera, se vuelven la garantía implícita del proyecto, gracias a sus parlamentos contundentes, tajantes e incluso de un humor corrosivo que enriquecen sus escenas en determinados momentos.

«Atrapada» sobresale del común denominador, desapercibido por las condiciones de una televisora que renacía bajo el inconveniente de la escasa audiencia.